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De: campitos0 (Mensagem original) |
Enviado: 07/02/2013 00:19 |
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Santoral |
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Los Santos de hoy miércoles 6 de febrero de 2013 |
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Pablo Miki y compañeros, Santos y Mártires Mártires de Japón, 6 de febrero
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Amando de Maastricht, Santo Obispo, 6 de febrero
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Pedro Bautista Blásquez Religioso y Mártir, 6 de febrero
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Mateo Correa Magallanes, Santo Presbítero y Mártir, 6 de febrero
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Francisco Spinelli, Beato Presbítero y Fundador, 6 de febrero
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Alfonso María Fusco, Beato Presbítero y Fundador, 6 de febrero
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Guarino de Palestrina, Santo Obispo, 6 de febrero
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Vedasto (Vaast) de Arras, Santo Obispo, 6 de febrero
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Dorotea y Teófilo, Santos Mártires, 6 de febrero
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Otros Santos y Beatos Completando el santoral de este día, 6 de febrero
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Ángel de Furci, Beato Presbítero Agustino, 6 de febrero
Pablo Miki y compañeros, Santos y Mártires |
Mártires de Japón, 6 de febrero |
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Pablo Miki y compañeros, Santos y Mártires |
Mártires de JapónMartirologio Romano: En Nagasaki, en Japón, pasión de los santos Pablo Miki junto con veinticinco compañeros, Declarada una persecución contra los cristianos, ocho presbíteros o religiosos de la Compañía de Jesús o de la Orden de los Hermanos Menores, procedentes de Europa o nacidos en Japón, junto con diecisiete laicos, fueron apresados, duramente maltratados y, finalmente, condenados a muerte. Todos, incluso los adolescentes, por ser cristianos fueron clavados en cruces, manifestando su alegría por haber merecido morir como murió Cristo (1597).
Compañeros en el martiro: Juan de Goto Soan, Jacobo Kisai, religiosos de la Compañía de Jesús; Pedro Bautista Blásquez, Martín de la Ascensión Aguirre, Francisco Blanco, presbíteros de la Orden de los Hermanos Menores; Felipe de Jesús de Las Casas, Gonzalo García, Francisco de San Miguel de la Parilla, religiosos de la misma Orden; León Karasuma, Pedro Sukeiro, Cosme Takeya, Pablo Ibaraki, Tomás Dangi, Pablo Suzuki, catequistas; Luis Ibaraki, Antonio, Miguel Kozaki y su hijo Tomás, Buenaventura, Gabriel, Juan Kinuya, Matías, Francisco de Meako, Ioaquinm Sakakibara y Francisco Adaucto, neofitos.(1597).
Fecha de canonización: 8 de julio de 1862 por el Papa Pío IX.El primero que llevó el anuncio de la fe cristiana a Japón fue San Francisco Javier, quien trabajó allí en de 1549 a 1551. En pocos años los cristianos llegaron a ser unos 300.000. Humanamente hablando, es doble el “secreto” que hizo posible esta expansión: el respeto que los misioneros jesuitas tuvieron por los modos de vida y las creencias japonesas no directamente opuestas a la enseñanza cristiana, y el empeño de insertar elementos locales en la predicación y en la administración.
Fue catequista jesuita un joven llamado Pablo Miki, nacido entre los años 1564 y 1566, de una rica familia de Kyoto. Quería ser sacerdote pero su ordenación fue postergada “sine die”, porque la única diócesis todavía no tenia obispo. Además, en 1587 el emperador Toyotomi Hideyoshi, que se propuso la conquista de Corea, cambió su actitud benévola para con los cristianos y publicó un decreto de expulsión de los misioneros extranjeros.
La orden se cumplió en parte: algunos misioneros permanecieron en el país de incógnito, y en 1593 algunos franciscanos españoles, dirigidos por Pedro Bautista, llegaron a Japón procedentes de Filipinas y fueron bien recibidos por Hideyoshi. Pero poco después vino la ruptura definitiva, incluso por motives políticos anti-españoles y anti-occidentales. El 9 de diciembre fueron arrestados seis franciscanos (Pedro Bautista, Martín de la Asunción, Francisco Blanco, Felipe Las Casas, Francisco de San Miguel y Gonzalo García), tres jesuitas (Pablo Miki, Juan Soan de Gotó y Santiago Kisai) y quince laicos terciarios franciscanos, a los que se les añadieron después otros dos, que eran catequistas.
Después de haberles cortado el lóbulo izquierdo, los 26 fueron llevados de Meaco a Nagasaki, para exponerlos a la burla de las muchedumbres, que más bien admiraron la heroica valentía que manifestaron sobre todo en el momento de la muerte, cuando fueron crucificados en una colina de Nagasaki el 5 de febrero de 1597. Despertaron gran conmoción las palabras de perdón y de testimonio evangélico pronunciadas por Pablo Miki desde la cruz, y la serenidad y valentía que demostraron Luis Ibaraki (de 11 años), Antonio (de trece) y Tomás Cosaki (de catorce), que murieron cantando el salmo: “Laudate, pueri, Dominum...”
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Amando de Maastricht, Santo |
Obispo, 6 de febrero |
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Amando de Maastricht, Santo |
ObispoMartirologio Romano: En Elnon, también en la Galia Bélgica, sepultura de san Amando, obispo de Maastricht, que predicó la palabra de Dios por diversas regiones, llegando incluso a los eslavos, y finalmente, construido un monasterio, terminó allí su vida (c. 679).Este gran misionero nació en el bajo Poitou, alrededor del año 584. A la edad de veinte años se retiró a un pequeño monasterio en la Isla de Yeu, cerca de la de Re. No había estado allí más de un año, cuando su padre lo descubrió y trató de persuadirlo para que regresara a su casa. Cuando lo amenazó con desheredarlo, el santo alegremente respondió, “Cristo es mi única herencia”.
Amando fue después a Tours, donde se ordenó, y luego a Bourges, donde vivió quince años bajo la dirección del obispo San Austregisilo, en una celda cerca de la catedral. Después de una peregrinación a Roma, retornó a Francia y fue consagrado obispo sin sede fija en 629, y recibió el encargo de enseñar la fe a los paganos. Predicó el Evangelio en Flandes y en el norte de Francia, e hizo una breve visita a los eslavos de Carinthia y tal vez en Gascuña.
Reprendió al rey Dagoberto I por sus crímenes y por ese motivo fue desterrado. Pero Dagoberto pronto lo llamó otra vez, y le pidió que bautizara a su hijo recién nacido, Sigeberto, que después, fue rey y santo. La gente de Gante era tan ferozmente hostil, que ningún predicador se aventuraba a ir entre ellos. Esto movió a Amando a tomar aquella misión, durante la cual fue golpeado varias veces y arrojado al río. No obstante, su labor perseverante, que por mucho tiempo pareció estéril, al fin logró que la gente acudiera en multitudes a recibir de sus manos el bautismo.
Además de ser un gran misionero, San Amando fue el padre del monasticismo en la antigua Bélgica; se dice que fue fundador de una veintena de monasterios de la región. De hecho, fundó casas en Elnone (Saint-Amand-les-Eaux), cerca de Tournai, que se convirtió en su centro de operaciones; fundó también San Pedro en Mont-Blandin en Gante, pero probablemente no fue el fundador de St. Bravo que también está allí. Fundó además el de Nivelles, para monjas con la Beata Ida y Santa Gertrudis; Brisis-au-Bois, y probablemente tres más, incluyendo Marchiennes.
Se dice, aunque no con certeza, que en 646 fue elegido obispo de Maestricht, pero que tres años más tarde presentó su renuncia a dicha sede en favor de San Remaclus y volvió a sus misiones, que siempre tuvieron su predilección. Continuó sus labores entre los paganos hasta avanzada edad, cuando, quebrantado por las enfermedades, se retiró a Elnone. Allí estuvo como abad por cuatro años, siempre preparándose para la muerte que le llegó al fin poco después de 676. Ningún historiador serio, pone en duda que San Amando haya sido una de las figuras más imponentes de la época merovingia; no era desconocido en Inglaterra, y la capilla de la familia Eyston de East Hendred anterior a la Reforma, en Berkshire, está dedicada en su honor. | |
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