CUANDO EL ARQUERO DISPARA GRATUITAMENTE
Hay un proverbio oriental que dice: "Cuando el arquero dispara gratuitamente,
tiene con él toda su habilidad." Cuando dispara esperando ganar una medalla de bronce,
ya está algo nervioso. Cuando dispara para ganar la medalla de oro, pierde la mitad de su habilidad, pues el deseo de ganar le quita la alegría y el disfrute del tiro.
El deseo siempre marca una dependencia. Todos dependemos, en cierto sentido de alguien, panadero, médico, agricultor... que son necesarios para nuestra vida. Pero depender de otra persona para tu propia felicidad es nefasto para ti.
La felicidad y la alegría no pueden venirme de fuera, ya que están dentro de mi. Y sólo yo puedo actualizar las potencias de amor y felicidad que están dentro de mi.
Cuando quiero a alguien, lo quiero independiente de mi, y no enamorado de mi, sino enamorado de la vida. No se puede caminar cuando se lleva a alguien agarrado. Se dice que tenemos necesidades emocionales: ser querido, apreciado, pertenecer a otro, ser deseado.
No es verdad. Cuando se siente esa necesidad, es una enfermedad que viene de la inseguridad afectiva.
Tanto la enfermedad, necesidad de sentirme querido, como la medicina que se ansía, el amor recibido, están basados en premisas falsas.
No hay ninguna necesidad de conseguir felicidad del exterior puesto que tú eres el amor y la felicidad en ti mismo. Sólo mostrando ese amor y gozándote en él serás realmente feliz, sin agarraderas ni deseos ya que dentro de ti tienes todos los elementos para ser feliz.
La respuesta del amor exterior agrada y estimula, pero no te da más felicidad de la que tú dispones, pues tú eres toda la felicidad que seas capaz de desarrollar.
Dios es la Verdad, la Felicidad y la Realidad, y Él es la fuente, dispuesta siempre para llenarnos en la medida que, libremente, nos abramos a Él.
Anthony de Mello
® Solgraficos Derechos Reservados ©Copyright number 0030926-1 |