Sufriendo con mis sentimientos, busco refugio en mis lágrimas, que llevan con sus gotas melancolía, de tús recuerdos en mí memoria. Pienso en lo suave de tú piel, ésa aterciopelada y perfumada, que erizaban a todos mis sentidos, y hoy por tu ausencia se está muriendo. Por amor he podido soportarlo, pero sigue siendo dura ésta soledad, que poco a poco me saca la vida, esa que reservé para tú corazón. Un corazón en cual he sumergido, con dulce suavidad toda mi alma, para que sepas mujer hermosa, que eres la única que me podrá poseer. Y éstas letras que he perfumado, con el amor que sólo te necesita, será el testigo que de ti me enamoré, y seguro te amaré como nadie te ha amado. Y yo te espero mí eterno amor,
jamás dejaré de sentir lo frágil y hermosa de tú piel,
yo también sentí, y añoro, te espero hasta que llegues,