¡HAGAMOS LIMPIEZA!
Tiremos la preocupación, ya que se transforma en un mal hábito y nos impide ser
nosotros mismos, lo que incide en nuestro actuar.
Desterremos las inhibiciones, que nos quitan capacidad de interactuar
con otras personas
Démosle espacio a nuevos sueños, a nuevas esperanzas e ilusiones, deshagámonos
de los sueño viejos y de las dudas. Así creceremos interiormente.
Doblemos definitivamente esa hoja del libro de nuestras vidas que nos trae
malos recuerdos y reemplacémosla por una nueva, llena de fe y de optimismo.
Guardemos en el baúl de los recuerdos los juguetes de nuestra niñez y
cambiémoslos por objetos más acorde con nuestro desarrollo,
tales como la generosidad, la amabilidad, el compartir, entre otros.
Reescribamos nuestra historia cambiando los no puedo, los haría, los debo ...
por lo intentaré, probaré , lo lograré, lo haré , yo puedo...
Al realizar una limpieza profunda de nuestro interior con toda seguridad
nos reencontraremos con un amigo entrañable al que por lo general
olvidamos y sólo traemos a la memoria cuando estamos en problemas,
ese amigo se llama Dios y permanece a nuestro lado esperando que le abramos
nuestros corazones.
Llenemos el vacío que dejarán las cosas que tiremos con oraciones,
esperanza, paz y fe.
Una vez terminada la limpieza, nuestra casa lucirá hermosa,
ya no habrá lugar para las preocupaciones, las tristezas ni los problemas.
¡¡¡ Así sea!!!
A/D
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