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General: Los Santos de hoy sábado 6 de julio de 2013
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 07/07/2013 10:52
Los Santos de hoy sábado 6 de julio de 2013
 Nazaria Ignacia, Beata
Fundadora, 6 de julio
 María Goretti, Santa
Biografía y virtudes a imitar. Julio 6 de 1902
 María Goretti, Santa
Una adolescente mártir por conservar la castidad, Julio 6
 María Teresa Ledóchowska, Beata
Fundadora, 6 de julio
 Goar, Santo
Presbítero, 6 de julio
 Sísoes el Magno, Santo
Eremita, 6 de julio
 Rómulo de Fiésole, Santo
Mártir. 6 de julio
 Ciriaca o Dominica, Santa
Virgen y Mártir, 6 de julio 



Nazaria Ignacia, Beata
Fundadora, 6 de julio
 
Nazaria Ignacia,  Beata
Nazaria Ignacia, Beata

Fundadora del Instituto de
Misioneras Cruzadas de la Iglesia

Martirologio Romano: En Buenos Aires, en Argentina, beata Nazaria de Santa Teresa March Mesa, virgen, nacida en España y emigrante con su familia a México, la cual, llena de celo misionero, consagró su vida a la evangelización de los pobres y necesitados en varias naciones de América latina y fundó el Instituo de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia (1943).

Etimológicamente: Nazaria = Aquella consagrada a un fin, es de origen hebreo.
La Madre Nazaria Ignacia nació el 10 de enero de 1889, en Madrid (España). Fue la cuarta hija (melliza) de 11 hermanos. A la edad de 9 años hizo la Primera Comunión y fue entonces cuando sintió la primera llamada del Señor: “Tú Nazaria, sígueme”. A la que Nazaria repondió: “Te seguiré, Jesús, lo más cerca que pueda una humana criatura”.

Pasando los años, esta llamada se hacía más fuerte, al mismo tiempo que Nazaria quería ser libre, vivir y gozar de su juventud. No obstante, fue generosa y dijo ¡Sí!

La familia pasó serias dificultades económicas y Nazaria Ignacia, solidaria con los suyos, buscó modos de ayuda aún a costa de su propia humillación. Por motivos económicos, la familia, March Mesa, tuvo que trasladarse a México. En el mismo barco en que viajaban, iba también un grupo de Hermanitas de los Ancianos Desamparados, coincidencia que posteriormente la determinó a ingresar con ellas en 1908.

Regresa a España para iniciar su Noviciado y en 1912 es destinada junto con 9 compañeras, para una fundación en Oruro-Bolivia. Durante más de 12 años formó parte de la comunidad de Hermanitas, dedicada con todo fervor a las obras de caridad propias de su Instituto, estando al cuidado inmediato de los ancianos, viendo en ellos los miembros doloridos del cuerpo de Cristo. Salió también a recorrer otras ciudades, pueblos y minas postulando limosnas para sus ancianitos. Allí de manera especial, sintió que “la mies era mucha y pocos los operarios” (Lc. 10,2); que el clamor de los pobres subía al cielo y esperaba una respuesta comprometida.

En los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, en el año 1920, en la meditación del Reino, ve plasmados sus ideales de trabajar con todas su fuerzas por la unión y extensión del Reino de Cristo, comprendiendo que sola poco podía hacer, sintió inmensos deseos de agrupar a otras personas “Bajo el estandarte de la Cruz”, concibiendo la Congregación religiosa como “una cruzada de amor en torno a la Iglesia”.

En 1920, acompañando a la Religiosas del Buen Pastor que buscaban casa para fundar en Oruro, llegó al Beaterio de las Nazarenas (antigua propiedad de los jesuitas, expatriados en 1767), sintió gran repugnancia interior y deseos de salir pronto, por su aspecto de miserable abandono. Allí en el templo, sintió que Jesús Nazareno le decía: “Nazaria, tú serás fundadora y esta casa tu primer convento”. Durante unos años más, luchó contra sus ansias de dar la vida por la predicación del Evangelio y su particular intuición del misterio de la Iglesia, la fue guiando hasta formar una nueva familia eclesial.



Las circunstancias históricas y ambientales del nacimiento en Bolivia de nuevas iglesias locales con escasez de sacerdotes y ausencia de Congregaciones religiosas nativas; la presencia de sectas enfrentadas con la Iglesia Católica y, la dura realidad económica, política y social del país, la motivaron a dar una respuesta audaz.



Mons. Antezana, primer Obispo de Oruro; Mons. Sieffert, Obispo de la Paz y Mons. Cortesi, Internuncio Apostólico en Bolivia, vieron en todo ello, la acción del Espíritu y alentándola, apoyaron este nuevo brote de vida en la Iglesia.



El 16 de junio de 1925, Nazaria sale de las Hermanitas, para iniciar en el Beaterio la fundación de la nueva Congregación, con un capital de 40 centavos entregados por la ex-abadesa de las Nazarenas. Diez jóvenes bolivianas de distintos lugares fueron sus primeras compañeras. Con ellas se iniciaron las primeras obras misionales en las minas: Uncía entre otras; en el campo: Toledo, Condo, Challapata y Poopó.



El 12 de febrero de 1927, se declara erigida canónicamente la Congregación religiosa diocesana de las Hermanas Misioneras de la Cruzada Pontificia, “hija primeriza, tierna, legítima de la Iglesia boliviana”, en palabras del Obispo, Mons. Antezana. El 8 de junio de 1935, la Congregación recibe el Decreto laudatorio y así ésta, pasa a ser de Derecho Pontificio. El día 9 de junio de 1947, el Instituto recibió la aprobación definitiva de las Constituciones y el nombre de Misioneras Cruzadas de la Iglesia, ya muerta Nazaria Ignacia.

Según las Constituciones, escritas por la Madre Nazaria Ignacia, “El Instituto de las Misioneras de la Cruzada Pontificia, tiende a realizar la acción social de la mujer, con la mayor perfección posible y tiene por fin especial la difusión del catecismo entre niños y adultos y quiere como distintivo característico suyo, ser reconocido por su particular unión con el Santo Padre”

La Madre dirá también: “Que en amar, obedecer y cooperar con la Iglesia en su obra de predicar el Evangelio a toda criatura, está nuestra vida, el ser lo que somos”. “Este es nuestro espíritu: guerrero, fiel, nada de cobardías, todos amores, amor sobre todo a Cristo y en Cristo a todos. Repartirse entre los pobres, animar a los tristes, dar la mano a los caídos; enseñar a los hijos del pueblo, partir su pan con ellos, en fin, dar toda su vida, su ser entero por Cristo, la Iglesia y las almas”

Y es así como, en fidelidad a su iglesia, a su pueblo y a su tiempo, las “pontificias”, con el carisma, impulso y vida de la M. Nazaria Ignacia, atendían en Oruro a niñas abandonadas, visitan a los presos, catequizaban en las parroquias y en los cuarteles, preparaban las visitas pastorales en las minas y en los campos. Buscaban la promoción de la mujer, a través de la profesionalización y la defensa de sus derechos, con la fundación, en Bolivia, del primer “Sindicato de obreras” de América latina. “Liga católica de Damas Bolivianas” que tenia por fin el mejoramiento religioso, moral, cultural y económico de la sociedad boliviana, especialmente de las clases pobres y obreras. Con publicaciones que ayudaban a que ocupen su lugar en la sociedad y en la Iglesia.

El 10 de diciembre de 1938, fundó en Buenos Aires, Argentina una Asociación de señoritas con el nombre de “Margaritas Pontificias del Pilar” su fin era formarse para trabajar después en la Acción Católica. Y otras muchas, largo de describir, Talleres y Escuelas para niñas pobres del pueblo… que tenían el mismo fin, la promoción de la mujer. Para ayudar a los obreros y desempleados, se quitaban de su propio pan, mendigaban para ellos, organizaban Asociaciones, “Comedores populares”, “Ollas del Pobre” donde, además del alimento, se buscaba junto con ellos, solución a sus problemas. Su preocupación por los últimos y no atendidos, la llevó a crear el “Hogar de pobres” que atendían a pobres desamparados que tocaban ya al fin de sus vidas; niñas paralíticas, dementes y ciegas abandonadas de todo auxilio; ancianitas inhábiles, defectuosas y ciegas, que necesitaban toda clase de ayuda para seguir subsistiendo los cortos días que le quedaban en la tierra. Los más desechados encuentran cariñosa acogida en él. Entre otras de sus preocupaciones destaca, los jóvenes y la unión de las familias, a los que dedicó, ella y las primeras hermanas, gran esfuerzo. También la unidad de los cristianos, llegando la Madre a pedir a todas sus religiosas que pidieran y trabajaran para que haya: “Un solo rebaño y un solo Pastor”



Durante los 10 primeros años, la Congregación estaba presente en: Bolivia, Argentina, España y Uruguay.

En Bolivia estaban presentes: En Cochabamba, La Paz, Potosí, y Santa Cruz, realizaban y ampliaban su labor, respondiendo a circunstancias concretas. En tiempos de guerra dejaron sus conventos para atender los “Hospitales de sangre” y, después, a los huérfanos de guerra, a quienes consideraban miembros de su propia familia. Nazaria Ignacia muere en Buenos Aires-Argentina el 6 de julio de 1943, dejando gran fama de santidad. Sus restos son trasladados a la casa Matriz de Oruro (Bolivia), según su deseo, el 18 de junio de 1972.

La Conferencia Episcopal boliviana, las Hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia y el Pueblo de Bolivia, pidieron a S.S. Juan Pablo II, que la M. Nazaria Ignacia sea reconocida en su santidad y mostrada al pueblo de Dios como ejemplo posible de imitación e inspiración, para los jóvenes, familias y evangelizadores. Fue Beatificada por S.S. Juan Pablo II en Roma, el 27 de Septiembre de 1992.

El Sr. Nuncio de S.S. Giovanni Tonucci, se expresaba así al anunciar oficialmente al pueblo de Bolivia su Beatificación: “No dudo de que este primer fruto de santidad en tierras bolivianas abrirá el camino a tantas otras almas para seguir el ejemplo de la Madre Nazaria, VERDADERA PROFETA DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN”.


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De: campitos0 Enviado: 07/07/2013 10:53
María Goretti, Santa
Biografía y virtudes a imitar. Julio 6 de 1902
 
María Goretti, Santa
María Goretti, Santa


Hoy celebramos a Santa María Goretti, una joven que vivió la virtud de la pureza hasta el heroísmo.
Una santa que prefirió morir antes que ofender a Dios. 

Un poco de historia...

Santa María Goretti nació en 1890 en Italia. Su padre, campesino, enfermó de malaria y murió. 

Una tarde, María estaba sentada en lo alto de la escalera de la casa, remendando una camisa. Aunque aún no cumplía los doce años, era ya una mujercita. 

Alejandro, un joven de 18 años, subió las escaleras con intención de violar a la niña. María opuso resistencia y trató de pedir auxilio; pero como Alejandro la tenía agarrada por el cuello, apenas pudo protestar y decir que prefería morir antes que ofender a Dios. Al oír esto, el joven desgarró el vestido de la muchacha y la apuñaló brutalmente. Ella cayó al suelo pidiendo ayuda y él huyó.

María fue transportada a un hospital, en donde perdonó a su asesino de todo corazón, invocó a la Virgen y murió veinticuatro horas después.

Alejandro fue condenado a 30 años de prisión. Por largo tiempo, fue obstinado en no arrepentirse de su pecado, hasta que una noche, tuvo un sueño en el que vio a la niña María, recogiendo flores en un prado y luego ella se acercaba a él y se las ofrecía. A partir de ese momento, cambió totalmente y se convirtió en un prisionero ejemplar. Se le dejó libre al cumplir 27 años de su condena. Al salir de la cárcel, una noche de Navidad, la de 1938, pidió perdón a la mamá de María, y aquella noche, en la misa de Gallo, comulgaron juntos.

El caso de María Goretti se extendió por todo el mundo. En 1947, el Papa Pío XII la beatificó y en 1950 la canonizó. En la ceremonia estuvieron presentes su madre, de 82 años, dos hermanas y un hermano. Y, aunque parezca increíble, también asistió Alejandro, el arrepentido asesino de la santa.

Santa María Goretti fue santa no por el hecho de tener una muerte injusta y violenta, sino porque murió por defender una virtud inculcada por la fe cristiana. A esta santa se la llama la “Mártir de la pureza”. Sus imágenes la representan como una campesina con un lirio en la mano, que es el símbolo de la virginidad, y con la corona del martirio.

María Goretti era una muchacha soltera que conocía el valor del matrimonio y de las relaciones sexuales. Sabía que la complementariedad de los sexos se manifiesta plenamente en el acto sexual, en el cual el hombre y la mujer se unen íntima y totalmente en alma y cuerpo por el amor que existe entre ellos. Entendía que el acto sexual sólo puede efectuarse dentro del matrimonio ya que es una manifestación de amor entre los esposos y para la procreación de los hijos. 

Los jóvenes podrán preguntarse: ¿Hasta el matrimonio? ¡Faltan “miles de años”! Y mientras... ¿qué? Pueden aprovechar el tiempo del noviazgo para conocerse, tratarse, vivir en amistad y hacerse felices el uno al otro. El noviazgo es una preparación para el futuro matrimonio.

¿Qué hacer para vivir esta virtud? 

Debes cuidar todo lo que ves y oyes. Y, recordar que tú eres una persona que tiene dignidad, inteligencia y voluntad y que eres diferente de los animales que tienen relaciones sexuales por puro instinto. La virtud de la castidad te dará fuerza para dominar y controlar tu impulso sexual.
Es más persona quien sabe dominarse, quien sabe controlarse, quien sabe guardarse íntegro para entregarse sin reservas a su futura esposa o esposo, que aquel cobarde y sin fuerzas de voluntad que entrega su cuerpo a cualquiera ante el primer estímulo que pasa frente a sus ojos.

¿Qué nos enseña la vida de María Goretti?


  • La principal enseñanza es la vivencia de la virtud de la pureza: pureza de alma y cuerpo.


  • A perdonar a nuestros enemigos, a pesar de que nos hayan causado un daño irreparable. Como también lo hizo el Papa Juan Pablo II, al perdonar a Alí Agca, quien tratara de asesinarlo en 1981.


  • María Goretti nos enseña a ser fuertes ante situaciones difíciles, confiando siempre en Dios.


  • Oración

    Santa María Goretti, este día te pido que me ayudes a vivir la virtud de la pureza, para entender que la castidad es un medio para cultivar mi voluntad y así, lograr la santidad en el estado de vida al que Dios me llama. 
    Amén.




     
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