LA ESPERANZA
Cuando se pierde la esperanza se pierde todo y de nada
sirve seguir. Es como continuar sin combustible, como estar
vacío, como ser un cuerpo y nada más que sólo se
desplaza de aquí para allá.
La esperanza es un gran motor y no debemos detenerlo.
Si tantas veces hablamos de la fuerza de nuestros pensamientos,
si sabemos que somos imanes de atracción, si estamos
convencidos de que todo depende de uno mismo, si leemos
y leemos, vamos a talleres y tratamos de ser un bálsamo en la
vida de los otros, aconsejándoles y dándoles fuerzas, ¿por qué
luego dejamos que en nuestras propias vidas el dolor,
el sufrimiento, la injusticia, el desamor y tantas otras cosas
nos hagan perder las ilusiones y dejamos que la esperanza
se nos apague lentamente?
Amiga, amigo... en este tiempo en que la esperanza parece ser
una palabra olvidada, te pido que cierres los ojos y que veas tu problema, está ahí...delante de ti... ahora enciende ese motor que apagaste cuando la tristeza te dejó sin fuerzas y comienza a
imaginar,a soñar que todo puede ser mejor, que los problemas pueden tener solución y que está muy cerca la posibilidad de
volver a empezar y de ser feliz.
¡Vamos! Enciende la llama de la esperanza en tu vida y todo irá mejor.
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