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APRENDER A SOLTAR (2).
Hay que vaciarse para poder llenarse, una taza sólo sirve cuando está vacía, no sirve una taza llena. No hay nada que se pueda agregar en ella.
Una de las tazas que más nos cuesta vaciar es la imagen que tenemos del mundo, porque queremos atenernos a que el mundo siga siendo como nosotros lo vimos, porque no queremos aceptar que el mundo cambia. No queremos aceptar que el mundo no es como yo quiero que sea.
Si me animo a vaciar el contenido de la taza de un sueño, quizás pueda encontrarme en el mejor camino para descubrir la verdad.
Éste es el coraje, ésta es la fuerza de la madurez: saber que puedo afrontar lo que me pase, que inclusive pueda afrontar la idea de que yo, algún día no voy a estar.
Lo que más nos duele cuando algún ser querido se nos muere, es aquello que no le dijimos, aquello que no le acercamos, aquello que no nos dijo.
Son esas cosas pendientes las que nos duelen con la muerte de los seres queridos.
Bueno sería empezar a darnos cuenta que éste es el momento...
Quizá mañana no esté, quizá mañana yo no esté...
Hoy es el día de llamarle para decirle lo que siento.
Toda la vida, en su conjunto, duele.
Duele el pasado, duele el presente, duele el futuro.
Y la única manera es transitar ese dolor.
Jorge Bucay
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