Otros dichos del rabí Eliezer fueron:
"Está escrito: `Amarás al Señor tu Dios con toda tu alma y con todo cuanto es amado por tí".
¿No incluye "con toda tu alma", también "con todo lo que es amado por ti"? Esto es porque hay personas que se quieren más a sí mismas que a su dinero. Para estos se dice: "Con toda tu alma", en tanto que para los que aman más su dinero se lee: "Con todo lo que es amado por ti" .
Pero el rabí Akiba siempre decía las palabras "con toda tu alma" como queriendo decir: "aún cuando tuvieras que entregar tu vida".
Cuando se publicó una ley prohibiendo a los israelistas estudiar la ley, ¿qué hizo el rabí Akiba?
Instaló y estableció muchas congregaciones secretamente y en secreto enseñaba a los creyentes.
Entonces Papus, hijo de judá, le dijo:
_"¿No tienes miedo, Akiba?, pueden descubrirte y serás castigado por desobedecer el edicto .
_"Oye esta parábola", dijo Akiba.
Una zorra paseaba por la orilla del río y vio que los peces corrían de un lado a otro sin cesar. Entonces les preguntó: -"Dónde vais tan corriendo? ¿De quién tenéis miedo?".
-"Tenemos miedo de la red del pescador", le contestaron.
-"Entonces, venid a tierra y viviréis conmigo", dijo la zorra.
Pero los peces se rieron.
-¿Ya tí te llaman la más sabia de las bestias? - replicaron. Según nuestra opinión eres la más necia. Si estamos en peligro aún en nuestro elemento, ¡cuánto mayor no será nuestro temor si salimos
de él!".
_"Lo mismo ocurre con nosotros. Se nos ha dicho que la ley es 'nuestra vida y la prolongación de nuestros días, ésto cuando las cosas van bien... ¡cuánto más en casos especiales como éstos!"
Se dice que al poco tiempo de esto el rabí Akiba fue encarcelado por enseñar la ley y en la misma cárcel cumplía Papus condena por cierto delito".
El rabí Akiba le preguntó:
_"¿Qué te ha traído por aquí?"
Y Papus le contestó:
_"Puedes estar contento de verte preso por estudiar la ley de Dios. En cambio, yo cumplo condena por vanidad."
Cuando lo conducían al suplicio era la hora del servicio matutino.
_"¡Oíd, oh, hijos de Israel, el Señor, nuestro Dios es Uno!", exclamó con voz firme.
Sus verdugos despedazaban su carne y aún repetía muriendo:- "¡Dios es Único!"
_Siempre dije, -continuó- que "con toda su alma", quería decir, "aunque os costará la vida". Tal vez al opinar así, pensaba que yo había de ofrecer la mía. Hoy la ofrendo. El Señor es uno."
Con estas palabras expiró:
"Feliz fuiste, rabí Akiba, pues tu alma voló pura y la felicidad venidera te pertenece".
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