LA CALIDAD HUMANA
En esta época todos hablan de calidad de productos, de calidad de
procesos, calidad de servicios, calidad de sistemas. Muy poca gente
habla de calidad humana, de calidad de vida. Y sin ella, todo lo demás
es apariencia, sin fundamento.
Hablar de calidad humana es cuidar nuestros vínculos con los demás.
Necesitamos rehacer nuestros vínculos humanos.
De nada sirve trabajar de sol a sol en un lugar donde no tenemos
amigos y regresar a un hogar donde a nadie le interesa saber como nos fue.
¿Para qué trabajar tanto si nos sentimos solos?
Es triste leer un libro y no tener a alguien con quien comentarlo; es doloroso sentirse preocupado y no contar con una persona a quien abrirle el corazón.
De nada vale estar al frente de una cancha de tenis, de un campo de fútbol
o frente a un juego de salón, si no tenemos con quien jugar, con quien disfrutar ese momento.
La belleza de tener está en compartir.
Muchas veces permitimos que nuestros miedos interfieran en nuestros sueños.
Decimos no, cuando queremos decir sí. Murmuramos cuando queríamos gritar, y después... gritamos a quien no debemos.
Cruzamos por esta vida sólo una vez, no hay tiempo para tener miedo. Así que
intenta... intenta aquello que no has hecho, arriésgate... participa en el maratón, escribe aquella carta, haz esa llamada, enfréntate como ganador a las cosas cotidianas.
Habla en contra de las cosas que no te gustan, visita lugares que no conozcas.
Llámale y dile cuánto le amas, pero dilo sinceramente, sin fingir.Él no regresa. No tienes nada que perder y todo... ¡todo que ganar!.
Que ésto sea una realidad en tu vida.
A/D