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De: campitos0 (Mensagem original) |
Enviado: 26/09/2013 21:02 |
Los Santos de hoy domingo 22 de septiembre de 2013 |
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 Mauricio, Santo Mártir, 22 de septiembre
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 Mártires Salesianos en Valencia de España, Beatos Mártires, 22 de septiembre
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 233 mártires en España, Beatos Mártires durante la persecución religiosa en España, 22 de septiembre
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 Ignacio de Sandone, Santo Presbítero Capuchino, 22 de septiembre
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 Martires Lasallistas en Valencia, Beatos Mártires, 22 de septiembre
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 Luis Maria Monti, Beato Laico Fundador, 22 de septiembre
Mauricio, Santo |
Mártir, 22 de septiembre |
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Mauricio, Santo |
MártirMartirologio Romano: En Agauno (hoy Saint Maurice d´Agaune), en la región de Valais, en el país de los helvecios, santos mártires Mauricio, Exuperio, Cándido, que siendo soldados, al decir de san Euquerio de Lyon, fueron sacrificados por su fe en Cristo, en tiempo del emperador Maximiano, juntamente con sus compañeros de la misma legión Tebea y el veterano Víctor, ilustrando así a la Iglesia con su gloriosa pasión (c. 302).
Etimología: Mauricio = oscuro, sombrío, de Mauritania. Viene de la lengua latina.
Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa. San Mauricio (llamado también Maurice, Moritz o Mauritius). Era el comandante de la Legión Tebana y murió martirizado a principios del siglo III.
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Mauricio, Santo | Legión Tebana, integrada sólo por cristianos procedentes de Egipto, recibió órdenes de partir hacia Galia para auxiliar al emperador Maximiano. Aunque combatieron valientemente, rehusaron obedecer la orden imperial de perseguir a los cristianos, por lo que fueron diezmados. Al negarse por segunda vez, todos los integrantes de la Legión Tebana fueron ejecutados. El lugar en que supuestamente tuvieron lugar estos hechos, conocido como Agaunum, es ahora la sede de la abadía de Saint Maurice, en el cantón suizo de Valais.
Esta es la versión más antigua de la historia del martirio de la Legión Tebana, de acuerdo con la carta que Eucherius, arzobispo de Lyon (c. 434 – 450) dirigió al también obispo Salvius. En otras versiones varía la causa del martirio, y los legionarios son ejecutados por negarse a hacer sacrificios a los dioses romanos.
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Ignacio de Sandone, Santo |
Presbítero Capuchino, 22 de septiembre |
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Ignacio de Sandone, Santo |
Presbítero CapuchinoMartirologio Romano: En Turín, en la región del Piamonte, san Ignacio de Sandone (Lorenzo Mauricio) Belvisotti, presbítero de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, asiduo en atender a penitentes y en ayudar a enfermos (1770).
Fecha de canonización: Fue canonizado por el papa Juan Pablo II el 19 de mayo del 2002. Ingresó en la Orden capuchina a la edad de 30 años, siendo ya sacerdote, para vivir la alegría de la obediencia. Destacó por su celo y asiduidad en la administración del sacramento de la penitencia y en la dirección de las almas, y por su sabiduría y prudencia en la formación de los novicios. Lo beatificó Pablo VI en 1966, y lo canonizó Juan Pablo II en el 2002.
Nació el 5 de junio del año 1686 en la localidad de Santhià (Sandone), Santa Ágata, provincia de Vercelli (Italia). Ese mismo día fue bautizado con los nombres de Lorenzo Mauricio. Era el cuarto de los seis hijos del matrimonio formado por Pier Paolo Belvisotti y María Elisabetta Balocco.
Al morir su padre, cuando él tenía siete años, su madre lo encomendó a un piadoso sacerdote, pariente suyo, que se encargó de su formación intelectual y espiritual. Luego ingresó como seminarista en la colegiata de su pueblo. Hizo sus estudios superiores en la ciudad de Vercelli, y fue ordenado sacerdote en el otoño de 1710.
Al inicio, aceptó la propuesta de ser capellán instructor de una familia noble de Vercelli, los Avogadro, sin descuidar sus deberes estrictamente religiosos: colaboraba en las misiones populares organizadas por los jesuitas, entre los cuales escogió a su director espiritual, el P. Cacciamala.
En 1713 rehusó el cargo de canónigo rector de la colegiata de Santhià. En 1715 aceptó desempeñar el ministerio pastoral en una parroquia, pero un debate jurisdiccional sobre el nombramiento resultó providencial para su futuro, pues lo impulsó a dejar la sotana clerical para vestir el sayo capuchino.
El 24 de mayo de 1716, al ingresar en el convento noviciado de la Orden de Frailes Menores Capuchinos de Chieri (Turín), Lorenzo Belvisotti tomó el nombre de fray Ignacio de Santhià.
Después del noviciado y de la profesión religiosa solemne, fue prefecto de sacristía, director de acólitos y confesor, trabajando apostólicamente con un celo extraordinario.
En 1731 el capítulo provincial le encomendó la formación de los candidatos a la vida capuchina como maestro de novicios en el convento de Mondoví (Cuneo). Con gran acierto supo sostener a los novicios en las pruebas más arduas.
En agosto de 1744 fue enviado como capellán de las tropas del rey de Cerdeña, Carlos Emanuel III, durante la guerra contra las armadas franco-españolas (1744-1747). Con gran caridad asistía a los militares heridos o contagiados en los hospitales militares de Asti, Alessandria y Vinovo.
Restablecida la paz, fue destinado al convento del Monte de los Capuchinos, en Turín, donde residirá veinticinco años, hasta su muerte.
Dividía su actividad entre el convento y la ciudad. Cada domingo explicaba la doctrina cristiana y la regla franciscana a los hermanos legos y cada año dirigía los ejercicios espirituales a su comunidad. En la iglesia era el confesor más solicitado. También realizaba un apostolado fecundo bendiciendo en sus casas a las personas que ya no podían acudir a él hasta el convento.
Los milagros se iban multiplicando y el pueblo lo bautizó como «el Santo del Monte». A su convento acudían innumerables personas, sencillas e ilustres, atraídas por su fama de santidad, entre ellas muchos miembros de la casa real de Saboya. El cardenal arzobispo le pedía con frecuencia que le diera a conocer los casos de personas más necesitadas, para prestarles ayuda.
Murió el 22 de septiembre de 1770, a los 84 años, en la enfermería del convento, donde se hallaba desde hacía un año. | |
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