EL CAMINO
A veces sientes que el camino está cerca,
pero cuando llegas ahí te das cuenta que se abre,
señalando otros dos caminos más,
y no sabes cuál escoger, nadie te dijo esto,
pero estas allá y debes escoger uno.
¿Cuál será el que debes seguir?
Cuando emprendiste el camino te sentías seguro.
Creías que nada te detendría,
enfocaste tu meta, la veías como en un espejismo,
y eso era solamente… entonces se esfumó,
dejándote en penumbras.
No te asustes, todos alguna vez o
muchas veces nos sentimos así.
¿Cuál será el que debes seguir?
Miras para atrás, pero el camino de regreso está muy lejos.
Te preguntas si vale el sacrificio volver
o será mejor decidir por uno de los dos.
Y sientes rabia porque nadie te advirtió.
No te preparaste para esta decisión.
Sin embargo, ves que los que venían detrás de ti,
o los que iban delante tomaban un camino.
¿Es que alguien les dijo cuál era?
¿O sólo seguían su instinto?
Tal vez no les importaba, les daba lo mismo...
pero notaste algo que te sorprendió;
no te habías dado cuenta porque sólo te miraste a vos.
Había muchos, menos que la mayoría, claro,
pero estaban ahí, a un costado igual que vos.
De a poco ellos se esfumaban sin elegir un camino,
y te preguntabas hacia dónde fueron,
¿Como es que no elegían una calle?
¿Como sabrían cuál era su destino?
Al final sentiste una mano en tu hombro,
y por fin lograste verlo en su mirada:
No tendrías que elegir uno.
Sólo tenías que construirlo.
de la red