ME DOY PERMISO
(Resumen)
Me doy permiso para separarme de las personas que me maltraten, que me traten con brusquedad, presiones o violencia. Soy un ser humano que trata con consideración y respeto a los demás. Merezco también consideración y respeto.
Me doy permiso para no obligarme a ser el alma de la fiesta, el que pone el entusiasmo en las situaciones, ni ser la persona que pone el calor humano en el hogar, la que está dispuesta al diálogo para resolver conflictos cuando los demás ni siquiera lo intentan. No he nacido para entretener y dar energía a los demás a costa de agotarme yo: no he nacido para estimularlos con tal de que continúen a mi lado.
Mi propia existencia, mi ser; ya es valioso. Si quieren continuar a mi lado deben aprender a valorarme. Mi presencia ya es suficiente: no he de agotarme haciendo más.
Me doy permiso para no tolerar exigencias desproporcionadas. No voy a cargar con responsabilidades que corresponden a otros y que tienen tendencia a desentenderse. Me doy permiso para no agotarme siendo una persona excelente.
Me doy permiso para no estar esperando alabanzas, manifestaciones de ternura o la valoración de otros.
Soy yo quien me valoro, acepto y aprecio.
Me doy permiso para ser auténtico. No me esfuerzo por complacer.
No me impongo soportar situaciones ni compromisos sociales que
me agotan, disgustan o no deseo. Si intentan presionarme para que haga lo que mi cuerpo o mi mente no quieren hacer, simplemente digo NO.
Es sencillo y liberador decir NO.
Joaquín Argente