LOS AMIGOS Y EL OSO
Dos amigos marchaban juntos por un camino cerca del bosque cuando de pronto
apareció un oso. Uno de ellos corrió hacia un árbol, trepó a las ramas y se ocultó.
El otro que no era ni tan ágil ni tan joven como su compañero, como no pudo escapar, se arrojó al suelo y fingió estar muerto.
El oso se acercó y lo olfateó, pero él se quedó muy quieto conteniendo el aliento, pues dicen que un oso nunca toca un cadáver. Y así fue, el oso dándolo por muerto se alejó.
Cuando pasó el peligro, el que había subido al árbol bajó y le preguntó a su compañero qué le había susurrado el oso cuando le acercara la boca a la oreja.
El otro respondió:
-"Me aconsejó que nunca viajara con un amigo que me abandonara ante la primera señal de peligro."
Fábula de Esopo
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