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General: ALMAS GEMELAS
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 30/11/2013 15:40


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 Blog lafannette.centerblog.net

ALMAS GEMELAS

 

Hay alguien especial para cada uno de nosotros.

 A menudo nos están destinados dos, tres y hasta cuatro seres. 

Pertenecen a distintas genera­ciones y viajan a través de los mares, del tiempo y de las inmensidades celestiales para encontrar­se de nuevo con nosotros. Proceden del otro la­do, del cielo. Su aspecto es diferente, pero nuestro corazón los reconoce, porque los ha amado en los desiertos de Egipto iluminados por la luna y en las antiguas llanuras de Mongolia. Con ellos hemos cabalgado en remotos ejércitos de guerre­ros y convivido en las cuevas cubiertas de are­na de la Antigüedad.

Estamos unidos a ellos por los vínculos de la eternidad y nunca nos abando­narán. Es posible que nuestra mente diga: «Yo no te conozco.» Pero el corazón sí lo conoce.
Él o ella nos cogen de la mano por primera vez y el recuerdo de ese contacto trasciende el tiempo y sacude cada uno de los átomos de nuestro ser. 
Nos miran a los ojos y vemos a un alma gemela a través de los siglos. El corazón nos da un vuelco. Se nos pone la piel de gallina. En ese momento todo lo demás pierde importancia.

Puede que no nos reconozcan a pesar de que finalmente nos hayamos encontrado otra vez, aunque nosotros sí sepamos quiénes son. Senti­mos el vínculo que nos une. También intuimos las posibilidades, el futuro. En cambio, él o ella no lo ven. 
Sus temores, su intelecto y sus proble­mas forman un velo que cubre los ojos de su co­razón, y no nos permite que se lo retiremos. Su­frimos y nos lamentamos mientras el individuo en cuestión sigue su camino. Tal es la fragilidad del destino.

La pasión que surge del mutuo reconoci­miento supera la intensidad de cualquier erup­ción volcánica, y se libera una tremenda energía. Podemos reconocer a nuestra alma gemela de un modo inmediato. Nos invade de repente un sentimiento de familiaridad, sentimos que ya co­nocemos profundamente a esta persona, A un nivel que rebasa los límites de la conciencia, con una profundidad que normalmente está reserva­da para los miembros más íntimos de la familia. O incluso más profundamente, de una forma intuitiva, sabemos qué decir y cuál será su reac­ción. 
Sentimos una seguridad y una confianza enormes, que no se adquieren en días, semanas o meses. Pero el reconocimiento se da casi siempre de un modo lento y sutil. La conciencia se ilumina a medida que el velo se va descorriendo. No todo el mundo está preparado para percatarse al ins­tante.

Hay que esperar el momento adecuado, y la persona que se da cuenta primero tiene que ser paciente. Gracias a una mirada, un sueño, un recuerdo o un sentimiento podemos llegar a reconocer a una alma gemela. 
Sus manos nos rozan o sus la­bios nos besan, y nuestra alma recobra vida súbi­tamente. El contacto que nos despierta tal vez sea el de un hijo, hermano, pariente o amigo íntimo. 
O puede tratarse de nuestro ser amado que, a través de los siglos; llega a nosotros y nos besa de nue­vo para recordarnos que permaneceremos siem­pre juntos, hasta la eternidad.

Brian Weiss

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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 02/12/2013 00:30

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: DULCEPOEMA Enviado: 02/12/2013 22:56
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