- Y esta mujer…Esta mujer herida,
se desangra por dentro mucho más que por fuera. Los zarpazos sobre la piel del alma, y el cerebro, sin rasgos aparentes, se traducen en íntimos lamentos. La agobiante tristeza de los ojos es su único reflejo, que intenta reprimir bajo los párpados, o en miradas lejanas, o hacia el suelo. Teme ser descubierta, su ignominia la condena al encierro. ¿Y cada contusión, cada hematoma, pregonando el abuso de su cuerpo? Lo intenta camuflar bajo sus prendas de mangas largas, pantalón vaquero, gafas oscuras, tenue maquillaje, y ocasional mentira. Los espejos le gritan la verdad cada mañana, mas no sabe acallarlos, sí temerlos.
No sabe si odia o si ama todavía, su única realidad, dolor y miedo. - Francisco Alvarez
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