Vivamos con plenitud y alegría el hoy,
de tal forma que cada nuevo día,
con la luz de su aurora,
borre la mala sombra del pasado.
Vivamos con desbordante
entusiasmo y optimismo el presente
y no nos detengamos a recordar
inútilmente lo malo que nos pasó:
Reflexionemos en lo bueno
que nos pasa cada nuevo día,
en la magnitud y la dimensión
de un solo minuto de nuestra existencia.
Despertemos a este amanecer
llenos de LUZ,
colmados de ESPERANZA
y rebosantes de FE.