AFIRMACIONES
Somos el producto de lo que pensamos y sentimos. Por lo tanto, mucho de lo que nos sucede en nuestra vida cotidiana, está influenciado por nuestra propia fuerza interior, lo cual indudablemente no tiene nada que ver con aquellos estereotipos ampliamente difundidos acerca de que las cosas que nos acontecen es producto de la "mala suerte"; puesto que el "antídoto contra la mala suerte" está en cada persona, en su forma de ser y de vivir, en la manera como canaliza las energías que están dentro de sí mismo, y sobre todo, en la forma como trasmitimos esas energías a las personas que están cerca de nosotros.
Nuestro Padre Celestial, en su infinita sabiduría y bondad nos ha creado a su imagen y semejanza, lo que quiere decir que nos ha dado tanto de Él, que está en nuestras manos y libre albedrío el utilizar los dones y capacidades que depositó exclusivamente en cada uno de nosotros, de acuerdo a nuestra voluntad y convicción, en la autoidentificación propia y en la relación con nuestros semejantes. De ahí que, si afirmamos permanentemente y con absoluta fe, cosas positivas, eso será lo que logremos, ya para nuestra salud, trabajo, familia, amigos, y todo cuanto con un buen propósito queramos que Dios nos conceda.
Pero, hay un detalle que no debemos olvidar. Cada afirmación debe ser dirigida a nuestro Dios Todopoderoso, con la confianza propia de un niño que cree ciegamente en el amor de su padre, que no duda ni un solo instante de su palabra y de su ofrecimiento, porque el poder de la Fe que pongamos en todo cuanto pidamos será determinante a la hora de recibir Sus gracias y bendiciones. Así que, afirmemos nuestra creencia en el poder sobrenatural que Dios tiene, y demos testimonio de vida a los que no creen de las maravillas que Dios es capaz de hacer, si afirmamos nuestra Fe en Él.
TODAS LAS COSAS QUE YO PIDA CON FE, DIOS ME LAS CONCEDERÁ.
A/D