CARNAVALES EN ESPAÑA
Carnavales en Navarra
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El Carnaval fue una de las formas más contundentes y expresivas de la festividad en el pasado. Una fiesta en la que todos los miembros de la comunidad participaban de una u otra forma; todos eran actores y espectadores en las calles y en las plazas.
Era una época de postulaciones, de disfraces grotescos, de figuras amables, de monstruos míticos, de monigotes enigmáticos, de canciones repetidas, de bailes alegres, de danzas rituales, de cortejos en un orden orden caótico, de carrozas adornadas, de comedias, de excesos, de abusos, de violencia. |
Durante el siglo XX hemos asistido a la desaparición de muchísimos carnavales de Navarra y a la recuperación de unos pocos, como el de Alsasua, Pamplona y pocos más. En muchos casos la razón exclusiva de la pérdida de estos festejos era un simple decreto gubernativo que, haciéndose eco del catolicismo social, fuertemente arraigado en la sociedad navarra, ponía fin de forma imperativa a unas carnestolendas que pecaban de irreverente, excesivamente profanas y, en algunos casos, incluso sacrílegas.
De los muchos carnavales rurales que existían en Navarra, han llegado hasta nuestros días varios que conservan una gran riqueza folclórica y etnográfica. Entre los más conocidos se encuentran los de lturen y Zubieta, Lantz, Alsasua, Goizueta, Arizkun y Valcarlos, estos últimos trasladados al domingo de Pascua.
Los Carnavales ("Iñauteriak") que se celebran en buena parte de los pueblos de Navarra no estaban (o están) sujetos muchos de ellos a unos días fijos. En Ituren y Zubieta la fecha era fruto de un acuerdo entre los mozos de ambos pueblos, para celebrarlo un lunes y martes cualquiera entre la Epifanía y el Martes de Carnaval.
En otros pueblos era entre Año Nuevo y Miércoles de Ceniza. En otros lugares, los Carnavales comenzaban con la Candelaria, el 2 de febrero. En muchas localidades de la Ribera se prolongaba hasta el primer domingo de Cuaresma, el llamado "domingo de piñata":
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CARNAVAL DE ISLA CRISTINA
El carnaval de Isla Cristina representa la manifestación festiva más popular, espontánea y arraigada de la localidad. Probablemente se comenzó a celebrar con anterioridad a las Fiestas del Rosario (1789), con lo cual se convertiría además en la más antigua; esto, por ahora, no lo podemos demostrar documentalmente.
Como muy bien dice Biedma Viso, las fiestas del carnaval siguieron celebrándose durante todo el siglo XIX cada vez con mayor relieve y consistencia, alcanzándose su consolidación, como veremos, a mediados del siglo.
Las primeras noticias acerca del carnaval de Isla Cristina las encontramos en una serie de "prevenciones" o normas que en 1832 dicta Lorenzo Elías como presidente del Ayuntamiento con el fin salvaguardar la inmoralidad general de sus gobernadores.
Pocos años más tarde, en 1876, se elaboraron las primeras Ordenanzas Municipales de Isla Cristina hasta ahora conocidas. El Carnaval, como no podía ser de otro modo, queda recogida en dichas normas en el capítulo "Festividades Populares", exclusivamente destinado regularlo, como más adelante veremos. Lo verdaderamente interesante de este capítulo es la articulación de las normas y comportamiento en el Teatro. Ello nos permite deducir que por esa época ya se realizaban actividades carnavalescas en el marco del teatro, lo cual supuso un importantísimo ingrediente a la fiesta.
La profunda transformación económica, social y cultural que experimentó Isla Cristina desde los primeros años del siglo XX también tendría gran repercusión sobre el Carnaval, lográndose niveles artísticos y musicales insospechados. Las altas cotas de calidad alcanzadas en las manifestaciones carnavalescas de este siglo dejó en la sombra a las ancestrales celebraciones; sin embargo, no son pocos, como hemos visto, los testimonios documentales y personales que nos recuerdan una época en la que los Carnavales isleños también tuvieron su importancia.
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El carnaval de Aguilas, Murcia
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En cuanto a sus orígenes, si nos remontamos a la antigüedad de testimonios gráficos tenemos fotos de principio de siglo, en concreto de 1903; el testimonio oral nos llevaría al primer tercio del siglo XIX.
El jolgorio inunda las calles de esta localidad murciana durante el carnaval. Es muy típico por sus desfiles de disfraces, y tiene también significación la parte más lúdica, con las máscaras y el juergeo nocturno. También es una curiosidad de la zona los llamados cascarones, que son cáscaras de huevo vacías, rellenas de confetti, que se rompen unos a otros en la cabeza. Este carnaval fue declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 1997.
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Si habláramos de fuentes históricas, llegaríamos a la fundación de Águilas en el siglo XVIII por parte de Carlos III, son celebres los festejos de carnaval que durante su reinado se celebraron en la Corte de Madrid y en el resto de España, recogidos en el libro de Baroja referidos al Carnaval. Esta celebración ha seguido ininterrumpidamente hasta nuestros días.
El jolgorio inunda las calles de esta localidad murciana durante el carnaval. Es muy típico por sus desfiles de disfraces, y tiene también significación la parte más lúdica, con las máscaras y el juergeo nocturno.
También es una curiosidad de la zona los llamados cascarones, que son cáscaras de huevo vacías, rellenas de confetti, que se rompen unos a otros en la cabeza. Este carnaval fue declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 1997.
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Carnaval en Tarragona
Tarragona situada en la zona sureste de Cataluña es uno lugares de la Península Ibérica con más historia a sus espaldas. Importantísimo enclave del Mediterraneo en la época romana, ha sabido conservar hasta nuestros días su cultura más ancestral. Los Carnavales de Tarragona son buena prueba de ello, dado que sus orígenes los encontramos en dicha era romana al descubrir los símbolos del Ninot y la Ninota en celebraciones en honor a Saturno. También el fuego, otro elemento imprescindible del Carnaval tarraconense, es heredado de tiempos remotos. Miles de disfraces inundan Tarragona desde el "dijous gras" (jueves ladeiro), anterior al domingo de Carnaval, marcando así el inicio de tan esperadas fiestas con las características "cocas de llaradons" (chicharrones). El viernes hace su aparición la figura de mayor relevancia en el Carnaval, se trata de el "Rei Carnestoltes". El sábado tiene lugar la "rua", es una de las más multitudinarias de Cataluña, tanto por el número de espectadores como de participantes: comparsas, mascaradas fijas, figuras zoomórficas, bandas de música y percusión, sin olvidar los tradicionales elementos de fuego como el "ball de diables", el "drac" (dragón), el bou (toro) y la víbria (dragón femenino). Son días llenos de luz, fuego y color, donde los asistentes dan rienda suelta a su imaginación plasmando sus ideas el vistosísimos y llamativos disfraces. El martes se celebra el duelo protocolario de Carnestoltes por calles y plazas. También ese día tiene lugar el velatorio popular, con el modernista Teatro Metropol como escenario. Por último y como broche de oro a tan divertidos Carnavales se procede a la espectacular quema del ninot de Carnestoltes en medio de las carretillas del "ball de diables" y un apoteósico despliege pirotécnico.
De La Red
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