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General: Los Santos de hoy sábado 8 de marzo de 2014
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De: campitos0 (Mensaje original) |
Enviado: 09/03/2014 00:35 |
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Los Santos de hoy sábado 8 de marzo de 2014 |
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![](http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/santoral/juan_de_dios_thu.jpg) Juan de Dios, Santo Religioso, 8 de marzo
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![](http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/santoral/veremundo-abad_thu.jpg) Veremundo, Santo Abad, 8 de marzo
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![](http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/santoral/faustino_miguez_thu.jpg) Faustino Miguez, Beato Presbítero y Fundador, 8 de marzo
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![](http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/santoral/v-kadlubek_thu.jpg) Vicente (o Vincent) Kadlubek, Santo Obispo de Cracovia, 8 de marzo
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![](http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/santoral/teofilo_nicomedia_thu.jpg) Teófilo de Nicomedia, Santo Obispo, 8 de marzo
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![](http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/santoral/felix_dunwich_thu.jpg) Félix de Dunwich, Santo Obispo, 8 de marzo
Juan de Dios, Santo |
Religioso, 8 de marzo |
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![Juan de Dios, Santo](http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/santoral/juan_de_dios.jpg) |
Juan de Dios, Santo |
ReligiosoMartirologio Romano: San Juan de Dios, religioso, nacido en Portugal, que, después de una vida llena de peligros en la milicia humana, prestó ayuda con constante caridad a los necesitados y enfermos en un hospital fundado por él, y se asoció a compañeros con los que constituyó después la Orden Hospitalaria San Juan de Dios. En este día, en la ciudad de Granada, en España, pasó al eterno descanso. († 1550)
Fecha de canonización: 16 de octubre de 1690 durante el pontificado de Alejandro VIII
"En el año de 1538, reinando en españa el Emperador Carlos V, y siendo Arzobispo de la Ciudad de Granada don Gaspar de Avalos... que alcanzó felicidad en sus tiempos, de florecer en su obispado hombres señalados en santidad y virtud; entre los cuales fue unop, pobre, bajo y desechado en los ojos de los hombres, pero muy conocido y estimado en los de Dios, pues mereció llamarse en apellido Juan de Dios”
Se trata de Juan Ciudad Duarte, un hombre nacido año 1495 en el pueblo portugués de Montemor o Novo, del obispado de Évora, Portugal y que muere en Granada, España, el año 1550 a la edad de 55 años, siendo considerado uno de los tesoros de la ciudad. Para todos es conocido como "el santo". El apellido de Dios le vino impuesto por un Obispo conocedor de su obra a favor de los pobres y enfermos. No cabe mayor honor que apellidarse de Dios y nada refleja mejor el modo de hacer de este hombre.
Aparece a la edad de ocho años en el pueblo toledano de Oropesa. En las biografías de Juan de Dios, hay las grandes lagunas y muchos interrogantes, algunos todavía no resueltos, en relación a su ascendencia, pueblo, familia, vida, hasta bien entrado en años... La tradición habla que vino con un clérigo que pasó por su casa y es acogido en la de Francisco Cid Mayoral donde vivió mucho tiempo, casi la friolera de 29 años en dos ocasiones diferentes.
Siendo mancebo de veintidós años le dio voluntad de irse a la guerra" luchando en la compañía del Conde de Oropesa, al servicio del Emperador Carlos V que fue en socorro de la plaza de Fuenterrabía atacada por el Rey Francisco I de Francia. La experiencia no puede ser más desastrosa, está a punto de ser ahorcado y regresa de nuevo a Oropesa hasta que es solicitado para defender Viena, en un momento de amenaza por parte de los turcos.
Después de estas experiencias guerreras vuelve al oficio de pastor, leñador para ganarse el sustento, albañil en la construcción de las murallas de Ceuta y finalmente, inicia en Gibraltar el oficio de librero, que ejerce en Granada de forma estable en un puesto de la calle Elvira, hasta su conversión.
En Granada comienza la ve Juan de Dios, cuando más asentado y cuando al parecer, había terminado su “andadura” española y europea. Juan había caminado tanto en bucsa de una cita que por fin acontece el año 1539, fiesta de S. Sebastián en el Campo de los Mártires, a la vera de la Alhambra. Ese día un predicador de fama, S. Juan de Ávila es el encargado del sermón. No sabemos qué munición usó el "maestro Ávila", el caso es que el corazón de Juan de Dios quedó tocado, sus palabras "se le fijaron en las entrañas" y "fueron a él eficaces", dice su biógrafo Castro. Juan parece haberse vuelto loco y grita, se revuelca clamando "misericordia". Se produce un total despojo de sus pocos haberes, hasta de sus vestidos...
El pueblo se divide: unos dicen que era loco y otros que no era sino santo y que aquella obra era de Dios. Aquello era ni más ni menos que la cita con Dios.
No es un asunto fácil. Desde ahora comienza una nueva aventura totalmente inédita en la vida de Juan. Después de la experiencia espectacular de su conversión tiene que entrar en contacto con los pobres más marginados de siempre, los enfermos mentales. “Dos hombres honrados compadecidos tomaron de la mano a Juan y lo llevaron... ¿Dónde? Al manicomio. Un ala del Hospital Real de Granada estaba ocupada por los locos. Allí, siente en sus carnes el duro tratamiento que se da a estos enfermos en su propia carne y se rebela de ver sufrir a sus hermanos. De esta experiencia surge la conversión a los hombres, que ya serán para Juan, "hermanos". "Jesucristo me traiga a tiempo y me dé gracia para que yo tenga un hospital, donde pueda recoger los pobres desamparados y faltos de juicio, y servirles como yo deseo".
El corazón herido, cogido por el amor desbordante de Dios no le dejará en paz hasta el último momento en que muere de rodillas. En el año 1539, de acuerdo con san Juan de Avila, es huésped en Guadalupe donde se prepara en las artes médicas, y en 1540 inicia su primera obra, un pequeño hospital en la calle de Lucena, "tanta gente acudía por la fama de Juan y por su mucha caridad que los amigos le compraron una casa para hospital en la cuesta Gomérez”.
La fama de Juan es grande en Granada: acoge a todos los pobres inválidos que encuentra, a los niños huérfanos y abandonados, visita y rehabilita a muchas mujeres prostitutas, y todo sin renta fija, salvo la limosna en la cuál es verdadero maestro, "¿quién se hace bien a si mismo dando a los pobres de Cristo?" -sería su lema cotidiano. El corazón encendido de Juan, contrasta con el fuego del Hospital Real en llamas el día 3 de julio de 1549. Allí acude como toda la ciudad, pero no para lamentarse, sino para remangarse y entrar y sacar los enfermos saliendo sano y salvo. Desde ese momento, Juan adquiere la categoría de santo y su fama llega a todos los que pudieran tener alguna duda de su pasado en la zona de los enfermos mentales. En el mes de enero de 1550, tratando de salvar a un joven que se estaba ahogando en el río Genil, enfermó gravemente.
En el lecho de muerte a Juan le queda la herencia que entrega al arzobispo y a su sucesor, Antón Martín: libro de las deudas y los enfermos asistidos. Así se continúa la obra de Juan de Dios hasta nuestros días. Juan muere el día 8 de marzo de 1550. Su entierro es una auténtica manifestación de duelo y simpatía hacia su persona y su obra.
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Veremundo, Santo |
Abad, 8 de marzo |
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![Veremundo, Santo](http://es.catholic.net/catholic_db/imagenes_db/santoral/veremundo-abad.jpg) |
Veremundo, Santo |
AbadMartirologio Romano: En la población de Estella, en Navarra (España), san Veremundo, abad de Irache, el cual, habiendo abrazado desde joven la vida monástica, estimuló a sus monjes a buscar la perfección con su ejemplo y con ayunos y vigilias. († c.1095) La principal de las casas religiosas del reino de Navarra en el siglo XI era la abadía benedictina de Irache, gracias a la obra prodigiosa de San Veremundo. Había éste ingresado en el monasterio siendo todavía niño. El abad Munio, que era tío suyo, le concedió más tarde el hábito. Veremundo fue un monje ejemplar, que se distinguía particularmente por su ilimitado amor a los pobres. A este propósito, las crónicas de la abadía cuentan una anécdota: cuando ejercía el cargo de portero, Veremundo distribuía a veces entre los pobres una ración más abundante que la prescrita. Un día en que Veremundo se dirigía a la puerta, con muchos panes envueltos en su túnica, el abad le pregunto que llevaba. "Patatas", respondió el santo. (El cronista hace notar que las patatas equivalían prácticamente al pan, puesto que alimentaban igualmente a los pobres). Cuando el abad ordenó a Veremundo que abriera su túnica, los panes se habían transformado en patatas. El cronista comenta: "Así mostró Dios que la liberalidad de Veremundo con los pobres era agradable a Sus ojos y que sus palabras no habían sido una mentira, sino un misterio".
A la muerte de Munio, Veremundo le sucedió en el cargo de abad. Su ejemplo y sus palabras llevaron a la comunidad a un grado de perfección aún más alto. Según parece, Veremundo poseía el don de curar a los enfermos. También se cuenta que detuvo milagrosamente el fuego que amenazaba consumir las cosechas de la abadía. El cuidado que ponía en la recitación exacta y reverente del oficio divino le mereció aprobación y alabanza por parte de la Santa Sede. El santo fue uno de los que apoyaron la introducción de la liturgia española, llamada mozárabe. El rey de Navarra hizo grandes regalos a la abadía. La erección de la ciudad de Estela se debió a una de esas donaciones. Una noche, los pastores que cuidaban sus rebaños vieron caer una lluvia de estrellas sobre una colina. El sitio recibió más tarde el nombre de Yricarra, que significa "estrellado". En las investigaciones que se hicieron para localizar los meteoros, se encontró una estatua de la Virgen con el Niño. Esto impresionó tanto al rey Sancho Ramírez, que empezó inmediatamente a construir en ese sitio la ciudad de Estela. El mismo rey la regaló a Veremundo, con la condición de que la dedicase a la Madre de Dios. Por eso, prácticamente todas las casas de la ciudad, pagaban una renta o tributo al monasterio.
En una época de hambre, los vecinos empezaron a acudir a su amigo el abad en busca de socorro y también lo solicitaban los peregrinos que iban a Santiago de Compostela. Los graneros de la abadía estaban ya vacíos, pero una multitud de tres mil personas clamaba a las puertas. Veremundo celebraba la misa; al llegar a las oraciones por el pueblo, rogó con muchas lágrimas por aquella multitud hambrienta. Súbitamente apareció una paloma blanca, que voló sobre los fieles y desapareció. El milagro fue extraordinario, pues todos los presentes sintieron satisfecha su hambre y experimentaron un delicioso sabor en la boca, como si hubiesen comido un alimento celestial. La muchedumbre lanzó gritos de alegría y alabó la infinita bondad de Dios. | |
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