LA FAMILIA

La familia es, sin duda, entre las instituciones humanas, la primera y la más vigorosa, es un conjunto vinculado por lazos indestructibles de la sangre y el afecto

La familia constituye un hogar dulce que contiene en sí misma todos los motivos del recuerdo, de la realidad y la esperanza; bella palabra que reúne, como expresión  todo lo grande, más noble, más puro y generoso que encierran el pensamiento y el corazón de los hombres.

Todas estas razones convencen de que la devoción al hogar es uno de los más preciados sentimientos que deben inculcarse en el alma. Porque de él surgen cuerpos y almas para iniciar su peregrinación al infinito;  porque en él conviven, creciendo y amándose en sus acuerdos y en sus diferencias, todos los miembros de una familia en un solo corazón; amparo de angustias, porque el hogar es el refugio de nuestras tristezas, y el regazo donde hallamos consuelo y estímulo para seguir luchando.

Esforcémonos en hacer del hogar el santuario de nuestro cariño, de nuestras ilusiones, y el guardián de nuestras buenas costumbres.

Bendito sea el hogar, el hogar amable, el hogar santo, que se aviva con el amor de los padres, con la alegría de los hijos y con el recuerdo de los grandes ausentes...

D/A