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General: Los Santos de hoy sábado 28 de junio de 2014
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 28/06/2014 20:40
Los Santos de hoy sábado 28 de junio de 2014
 Ireneo de Lyon, Santo
Obispo y Mártir, 28 de junio
 Heimerado, Santo
Presbítero y eremita, 28 de junio
 Vicenta Gerosa, Santa
Co-fundadora, 28 de junio
 Pablo I, Santo
XCIII Papa, 28 de junio
 María Pía Mastena, Beata
Fundadora, 28 de junio
 Juan (John) Southworth, Santo
Sacerdote y Mártir, 28 de junio
 Argimiro de Cabra y de Córdoba, Santo
Mártir, 28 de junio
 Potamiena, Santa
Virgen y Mártir, 28 de junio
 Severiano Baranyak y Joaquín Senkivskyj, Beatos
Sacerdotes y Mártires, 28 de junio
 Martires de Alejandría de Egipto, Santos
Mártires, 28 de junio 



Ireneo de Lyon, Santo
Obispo y Mártir, 28 de junio
 
Ireneo de Lyon, Santo
Ireneo de Lyon, Santo

Obispo y Mártir

Martirologio Romano: Memoria de san Ireneo, obispo, que, como atestigua san Jerónimo, de niño fue discípulo de san Policarpo de Esmirna y custodió con fidelidad la memoria de los tiempos apostólicos. Ordenado presbítero en Lyon, fue el sucesor del obispo san Potino y, según cuenta la tradición, murió coronado por un glorioso martirio. Debatió en muchas ocasiones acerca del respeto a la tradición apostólica y, en defensa de la fe católica, publicó un célebre tratado contra la herejía. († c.202)
Pacificador de nombre y de hecho (el nombre “Ireneo” en griego quiere decir pacífico y pacificador), san Ireneo fue presentado al Papa por los cristianos de la Galia con palabras de grande elogio: “Guardián del testamento de Cristo”. En Roma honró su nombre sugiriendo moderación al Papa Víctor, aconsejándole respetuosamente que no excomulgara a las Iglesias de Asia que no querían celebrar la Pascua en la misma fecha de las otras comunidades cristianas.

Con los mismos fines pacificadores este hombre ponderado insistió a los obispos de las otras comunidades cristianas para que trabajaran por el triunfo de la concordia y de la unidad, sobre todo manteniéndose unidos a la tradición apostólica para combatir el racionalismo gnóstico. De sus escritos nos quedan, efectivamente, Los cinco libros del Adversus hæreses, en los que Ireneo aparece no sólo como el teólogo más equilibrado y penetrante de la Encarnación redentora, sino también como uno de los pastores más completos, más apostólicos y más católicos que hayan servido a la Iglesia. Se nota que sus argumentaciones contra Los herejes, aunque nacieron de la polémica, son fruto de la oración y de la caridad.

Ireneo era oriundo de Asia Menor. Entre sus recuerdos de juventud se encuentra el contacto con Policarpo de Esmirna, el santo obispo “que fue instruido por los testigos oculares de la vida del Verbo”, sobre todo por el apóstol Juan, que había fijado su sede en Esmirna. Ireneo, pues, por medio de Policarpo se une a los Apóstoles. Después de dejar el Asia Menor, pasa a Roma y sigue para Lyon (Francia). No perteneció a la lista de los mártires de Lyon, víctimas de la persecución del 177, porque precisamente en ese tiempo su Iglesia lo había enviado a Roma para presentar al Papa Eleuterio algunos asuntos de orden doctrinal, relacionados sobre todo con el error montanista. Este error se debía a un grupo de fanáticos que habían llegado de Oriente, predicando el disgusto por las cosas del mundo y anunciando el inminente regreso de Cristo. De regreso a Lyon, Ireneo sucedió en el 178 al obispo mártir san Fotino, y gobernó la Iglesia de Lyon hasta su muerte, hacia el año 200. Aunque no está comprobado su martirio, la Iglesia lo venera como mártir.

En todo caso, él fue un auténtico testigo de la fe en un período de dura persecución; su campo de acción fue muy vasto, si se tiene en cuenta que probablemente no había ningún otro obispo en las Galias ni en las tierras limítrofes de Alemania. Su lengua era el griego, pero aprendió las lenguas “bárbaras” para poder evangelizar a esos pueblos.


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 28/06/2014 20:41
Heimerado, Santo
Presbítero y eremita, 28 de junio
 
Heimerado, Santo
Heimerado, Santo

El loco por Cristo

Martirologio Romano: En Burghasungen, en Alemania, san Heimerado, presbítero y eremita, el cual, expulsado del claustro y expuesto al escarnio y desprecio de muchos, por amor a Cristo peregrinó incesantemente. ( 1019)

También conocido como:Heimrado, Heimo, Heimrad
Se le ha llamado a este santo excéntrico y vagabundo, y ya a sus contemporáneos les resultó extraño. Algunos captaron la santidad que había debajo de su forma original de conducirse, mientras que otros se resistían a pensar que fuera efectivamente un hombre de Dios. La Iglesia ha zanjado la cuestión y hoy lo tiene en su Martirologio oficial.

Nació en Suabia en el seno de una familia de siervos de un señor, cuya esposa apreció en el muchacho buenas cualidades y lo apoyó para que llegara al sacerdocio y se convirtiera en su capellán. Pero aquel puesto tranquilo y quieto no era el suyo y él mismo obtuvo permiso para poder dejarlo y seguir su inclinación.

Se dedicó a hacer peregrinaciones, viviendo de limosnas y compartiendo las que recibía con otras personas pobres. Fue a Roma y luego a Jerusalén, y luego anduvo por Alemania, de una parte a otra, hasta que pidió lo alojaran en el monasterio de Hersfeld y, efectivamente, se le dio alojamiento. Pero no parece que llegara a pedir el hábito ni a convertirse en monje, y él mismo con su extraña conducta se procuró que terminaran finalmente por despedirlo, de lo que él no dejó de quejarse.

Volvió a su vida errante y en el curso de ella un párroco de Detmond, en Westfalia, lo acogió y le permitió celebrar en una iglesia cerrada hasta entonces. Tuvo éxito y los fieles comenzaron a irse con él y abandonar la parroquia, lo que no gustó al párroco, que, como era frecuente en los pueblos alemanes, compaginaba sacerdocio con matrimonio, lo que no dejó de serle reprochado por Heimerado. Hubo de volver a su vida errante y cosechó en ella numerosos desprecios y malos tratos, no siendo comprendido ni siquiera por personas santas, como Santa Cunegunda o San Meinverco de Paderborn. Finalmente se retiró a llevar vida eremítica en la zona boscosa donde hoy está la ciudad de Wolfhagen y allí vivió con gran pobreza y austeridad, entregado a la divina contemplación. Muerto en 1019, su tumba fue objeto de culto popular, pensando los fieles que todas sus extravagancias habían sido voluntarias para conseguir que lo despreciasen y humillasen, como cuando, por ejemplo, San Juan de Dios se hizo el loco para ser tratado por humildad como demente.

¡Felicidades a quien lleve este nombre!


 
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