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General: SÓLO SE NECESITA UNO
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 01/07/2014 20:47

SÓLO SE NECESITA UNO 


Jamás olvidaré el día en que mamá me obligó a ir a una fiesta de cumpleaños,
 cuando estaba en tercer grado.
Una tarde llegué a casa con una invitación algo manchada de jalea.
"No pienso ir", dije. "Es una chica nueva que se llama Ruth.
 Berniece y Pat no irán.  Invitó a toda la clase. A los treinta y seis".
Mamá estudió con extraña tristeza esa invitación hecha a mano.
 De pronto anunció: "Bueno, tú irás. Mañana iré a comprar el regalo".
Yo no podía creerlo. ¡Mamá nunca me había obligado a ir a una fiesta! 
Eso me mataría, sin duda. Pero no hubo ataque de histeria que la hiciera
 cambiar de opinión.
Llegó el sábado; mamá me sacó de la cama para que envolviera el regalo:
 un bonito juego de peine, espejo y cepillo de color rosa perlado, que había comprado
 por menos de tres dólares. 
Luego me llevó en su viejo automóvil amarillo.
Ruth abrió la puerta y me guió por la escalera más empinada y peligrosa 
que yo habìa visto jamás.
 Cruzar la puerta fue un verdadero alivio; los pisos de madera relumbraban
 en la sala llena de sol.
 Los muebles eran viejos, pero estaban recubiertos por fundas níveas
 e impecables.
En la mesa vi la torta más grande de mi vida. Estaba decorada con nueve velas rosadas,
y un "Feliz Cumpleaños RUTHIE", bastante desmañado y algo que parecían
 pimpollos de rosa. Rodeaban la torta
 treinta y seis tazas llenas de chocolate casero, cada una con su nombre.
"No será tan horrible una vez que lleguen los otros", me dije.
 Y pregunté a Ruth: "¿Dónde está tu mamá?"
Ella bajó la vista al suelo. "Bueno, está medio enferma".
"Ah. ¿Y tu papá?"
"Se fue".
Luego se hizo silencio; sólo se oían algunas toses carrasposas detrás
 de una puerta cerrada. 
Pasaron quince minutos. Luego, diez más. De pronto comprendí la horrible verdad:
 no vendría nadie. ¿Cómo escapar de allí?
En medio de mi autocompasión oí unos sollozos apagados. Al levantar la vista me 
encontré con la cara de Ruth, surcada de lágrimas. 
De inmediato, mi corazón de niña se llenó de simpatía hacia Ruth y de ira 
contra mis treinta y cinco egoístas compañeras.
Me levanté de un salto, plantando en el suelo los zapatos de charol blanco, 
y proclamé a todo pulmón: "¿Para qué queremos a los otros?"
La expresión sobresaltada de Ruth se convirtió en entusiasmado acuerdo.
Allí estábamos: dos niñas de ocho años con una torta de tres pisos, treinta y seis
 tazas de chocolate, helado, litros y litros de refresco rojo, tres docenas de artículos 
de cotillón, juegos a jugar, premios a ganar.
Empezamos por la torta. Como no encontrábamos ningún fósforo y Ruthie
 (había dejado de ser Ruth) no quería molestar a su mamá, nos limitamos a fingir 
que las encendíamos. 
Le canté el "Happy Birthday" en tanto ella pedía un deseo y apagaba de un soplido
 las velas imaginarias.
En un abrir y cerrar de ojos llegó el mediodía y mamá hizo sonar su bocina
 frente a la casa. 
Después de recoger todos mis recuerdos y de dar mil gracias a Ruthie, volé al auto
 burbujeando de alegría.
"¡Gané todos los juegos! Bueno, la verdad es que Ruthie ganó el de ponerle la cola al burro,
 pero dijo que la del cumpleaños no podía llevarse los premios, así que me lo cedió. 
Y repartimos las cosas de cotillón, la mitad para cada una. 
Le encantó el juego de tocador, mamá. Yo era la única.
¡La única de todo el tercer grado! y no veo la hora de decirle a los otros que se perdieron
 una fiesta estupenda".
Mamá detuvo el coche junto al cordón y me abrazó con fuerza. "Estoy orgullosa de tí",
 me dijo con lágrimas en los ojos.

Ese día descubrí que una sola persona puede cambiar las cosas.
 Yo había cambiado por completo el noveno cumpleaños de Ruthie. 
Y mamá había cambiado mi vida por completo.

Lee Anne Reaves

 

 photo Celia_zps03dc02d9.png

 

 

 

 



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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 05/07/2014 00:53
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Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: ♥ ALEGRIA ♥ Enviado: 08/07/2014 16:01


 
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