LLENA TU MENTE CON ESPERANZA
Camina con el pecho erguido y lleva la corona con la frente en alto.
Llénate de luz; saluda a tus amigos con una sonrisa y ponle chispa a
cada apretón de manos.
No temas ser malinterpretado, y no desperdicies ni un instante en
pensar en tus enemigos. Procura tener en claro lo que te propones
y luego, sin desviarte de tu curso, lánzate en pos de tus metas.
Concéntrate en las cosas magníficas y grandiosas que te gustaría
hacer, y entonces, a medida que van sucediéndose los días, sin darte
cuenta siquiera te encontrarás echando mano de todas las oportunidades
necesarias para que se cumplan todos tus deseos.
Conserva una adecuada actitud mental: una actitud valiente, franca y
alegre. Pensar bien es crear. Toda oración sincera es respondida. Nos
convertimos en aquello en lo que concentramos nuestros pensamientos.
Nunca te consideres cansado, viejo, enfermo o desanimado. Jamás te
consideres derrotado. Llénate la mente de pensamientos esperanzadores
y transforma todos los pensamientos negativos en positivos.
Levántate física, mental y espiritualmente. A medida que pongas tu
esperanza en Dios tendrás salud, porque tu cuerpo, tu mente y tu
espíritu estarán saludables.
Elbert Hubbard
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