PLEGARIA DE UNA MADRE
Con la Salve marinera
quería empezar a hablarte,
no puedo hacerlo aunque quiera
pues seca estoy de llorar
y aún más seca de rezarte.
Mi hijo ya no regresa,
desespero al esperarle.
Como Madre fuiste presa
del dolor, perder a Tu Hijo
y no poder abrazarle.
Dile al mar que me lo dé
pues ya me robó a su padre.
Antonio Yanes
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