TRANSPARENCIA
Me gusta pronunciar la palabra en voz alta. Transparencia. Que llene el aire
con su sonido mientras me llena el alma con su sentido. Transparencia.
Dejar que lo que es, se vea. Dejar que lo que pienso, se sepa.
Dejar que lo que siento, se sienta. Eso es sinceridad, es realidad y es verdad.
Todo en uno.
Y todo con la sencillez de dejar ser a las cosas lo que son, sin aires solemnes
de grandes logros o heroicas virtudes. Ser limpiamente lo que soy. Sin disfraces,
máscaras o cumplidos. Parece tan sencillo,,,y sin embargo resulta tan difícil.
En la medida en que no soy transparente, me vuelvo opaco. Y ser opaco es no ser.
Cuando disimulo, cuando finjo, cuando me río sin querer reír y doy palmadas sin
querer aplaudir, dejo de ser yo.
Cuando repito lo que otros dijeron, sin sentirlo yo, cuando digo sí con la cabeza y
no con el corazón, cuando digo que estoy encantado cuando estoy fastidiado,
cuando expreso pesar sin sentirlo y entusiasmo sin conocerlo, dejo de ser yo.
No ser transparente es sencillamente no ser.
Transparencia es visibilidad.
Transparencia para con los demás, para decirles a ellos lo que pienso de ellos.
La recompensa es la paz del alma. Sólo la verdad da descanso.
CARLOS G. VALLÉS
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