Pero la situación no iba a ser tan sencilla como parecía,
y en el momento en el que llegó la hora, mientras permanecíamos esperando,
nos dimos cuenta de que en todo el tiempo que habíamos estado realizando los
preparativos desde que hablamos con el hombre no habíamos
vuelto a ver a nadie ni se escuchaba absolutamente nada en todo el edificio.
Las horas pasaban y no llegaba nadie, hasta que finalmente
decidimos salir a buscar al vecino y comenzamos a adentrarnos
por los oscuros pasillos y escaleras de este edificio donde cada
centímetro en el que pisadas rugía la madera como si fuese a resquebrajarse.
Ya estábamos frente a la puerta y nos sorprendió verla completamente abierta,
ahí fue cuando despertamos del sueño y nos dimos cuenta
de que durante muchos años el edificio había estado completamente abandonado,
y que realmente nunca hubo nadie vivo viviendo en él,
aunque lo cierto es que nunca hasta ahora nos habíamos
percatado de que todo estaba en una completa ruina.
¿Con quién estuvimos hablando entonces?