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De: campitos0 (Mensaje original) |
Enviado: 11/11/2014 22:35 |
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Julio Alameda Camarero y compañeros, Beatos
Religiosos y Mártires, 11 de noviembre Por: . | Fuente: www.carmelitasmisionerasteresianas.org
Religiosos y MártiresMartirologio Romano: En Tarragona, España, Beatos Manuel Borrás Ferré Obispo Auxiliar de Tarragona, Agapito Modesto religioso lasallista y 145 compañeros, asesinados por odio a la fe. ( 1936-39) Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco. Natural de Castroceniza (Burgos). Nació el 28 de mayo de1911, hijo de Mateo y Brígida, labradores. Bautizado el 30 del mismo mes y año con el nombre de Julio, dándole por patrón a San Fernando III, rey de España. Recibió el sacramento de la confirmación el 30 de junio de1923. Según el padrón de habitantes de Tarragona de 1936 figura con 10 años de residencia en el convento de Carmelitas, C/ Augusto 23, lo que situaría su ingreso en el Instituto de Hermanos Carmelitas de la Enseñanza en 1926 a los 15 años. Esta fecha es confirmada por el sacerdote Victor Subiñas, que confiesa ser el que le llevó a Tarragona como postulante en abril de ese año desde Covarrubias. Según carta de su hermano Maximiano Alameda (Madrid, 7 de junio de 1939) pertenecía al Instituto desde abril de 1928, posiblemente se considere esta fecha como su ingreso en el noviciado a los 17 años. El H. Julio escribió desde Tarragona su última carta a su familia en junio de 1936. Estallado el alzamiento nacional el 18 de julio de 1936, la guerra civil hizo presa del suelo español. El 21 del mismo mes el H. Julio se refugió junto con los demás miembros de su comunidad menos el superior general Cosme de Ocerín, en la casa de los padres del H. Buenaventura Toldrá en Tarragona. La policía registró la casa sin consecuencias, pero el 25 de julio de 1936 se presentaron en ella seis milicianos en su busca y los llevaron presos al vapor-cárcel Río Segre, donde permanecieron cuatro meses pasando calamidades y tortura física y moral. El 10 de noviembre de 1936 a las 10:30 de la mañana, el supuesto comandante del barco y miembro de la FAI, Juan Ballesta, junto con el miliciano Recasens, conocido con el mote El Sec de la Matinada y famoso por sus atrocidades, visitaron a los prisioneros. La indicación fue ésta: Aquí están todos. Al día siguiente un grupo de milicianos encabezados por El Sec hicieron formar en cubierta a los presos examinando detenidamente si tenían o habían tenido tonsura. Al pasar el H. Julio Alameda y ser interrogado por su estado, contestó con valentía: Soy religioso ante Dios y los hombres. Esta confesión fue como confirmar su sentencia de muerte, pero un amigo de los Hermanos Carmelitas consiguió que no los incluyeran en la lista. Al constatar que no los llamaban para formar la fila, los Hermanos, de común acuerdo, dijeron: Nosotros somos carmelitas. Y los milicianos los agruparon en la fila. El testigo don Timoteo Zanuy declaró que los oía rezar una especie de salmo. En efecto, se trataba del salmo 50: Misericordia, Dios mío por tu bondad, por tu inmensa compasión.. En la madrugada del 11 de noviembre de 1936, el H. Julio Alameda, de 25 años, era fusilado con un total de 23 personas más, religiosos, sacerdotes y seglares, en la tapia del cementerio de Torredembarra (Tarragona). Junto al estruendo de las balas se escucharon dos voces: ¡Viva Cristo Rey!. Los restos fueron inhumados en una fosa común en el cementerio de la mencionada población y allí permanecieron hasta el 14 de noviembre de 1941 en que se hizo solemne traslado a la iglesia de los Carmelitas Descalzos en Tarragona junto a los otros mártires del Carmelo Teresiano.
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Martín de Tours, Santo
Obispo, 11 de noviembre Por: Mario Sgarbossa y Luigi Giovannini | Fuente: Un santo para cada d? Ediciones San Pablo
Obispo Conocido también como San Martín Caballero
Martín de Tours es uno de aquellos hombres que han hecho hablar de sí a muchas generaciones por haber sido protagonista de episodios aptos para despertar la fantasía popular. Es frecuente la narración del episodio de San Martín que, cabalgando envuelto en su amplio manto de guardia imperial, encontró a un pobre que tiritaba de frío, con gesto generoso cortó su manto y le dio la mitad al pobre. Por la noche, en sueños, vio a Jesús envuelto en la mitad de su manto, sonriéndole agradecido.
Martín, hijo de un tribuno romano, nació en Sabaria, en Panonia, hacia el 315. A los quince años ya vestía el uniforme militar. El episodio del manto hay que colocarlo en este periodo, porque a los 18 años recibió el bautismo y abandonó la milicia para seguir a San Hilario de Poitiers, su maestro. Después de un breve noviciado de vida eremítica en la Isle Galinaria, Martín fundo dos monasterios: Ligugé, el más antiguo de Europa, y Marmoutier, que se convertiría en un gran centro de vida religiosa.
Después del paréntesis contemplativo, siguió el activo: Martín, elegido obispo de Tours, se convirtió en el grande evangelizador de Francia. Había sido, como se dice, soldado sin quererlo, monje por elección y obispo por deber. En los 27 años de vida episcopal se ganó el amor entusiasta de los pobres, de los necesitados y de cuantos sufrían injusticias, pero no era bien visto por los de su clero que querían vivir tranquilamente. De hecho fue acusado por un sacerdote llamado Bricio. Su respuesta fue proverbial: “¿Si Cristo soportó a Judas, por qué no debería yo soportar a Bricio?”
Murió el 8 de noviembre del 397 en Candes, durante una visita pastoral. Sus funerales, que tuvieron lugar tres días después, fueron una verdadera apoteosis; en ese día, el 11, se conmemora su memoria. Se puede considerar como el primer santo no mártir con fiesta litúrgica. Esa fecha quedó también como punto de referencia en los contratos de arrendamientos, de terrenos, de compraventas, en el mundo agrícola: “el nuevo vino se bebe en San Martín”, se dice todavía hoy en muchas regiones de Italia y de Francia. La mitad del manto que – según la leyenda – San Martín compartió con el pobre de Amiens, se conserva celosamente en una capilla. Al custodio de la capilla se llama “capellán”, sin ser lo, porque es el protector de la “capa” del Obispo de Tours.
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