NO TE AFERRES A TUS ERRORES
Es natural que lamentemos nuestras faltas, pero, incluso si se trata de faltas graves,
es inútil, y hasta perjudicial, eternizarse en ellas y dejarse reconcomer por los
remordimientos pensando que de esta manera nos ganaremos la misericordia
divina. Con esta actitud, en realidad, no hacemos más que recrear de nuevo en el
subconsciente clichés, las mismas fealdades y miserias, y así las alimentamos.
Los remordimientos sólo deben servir para tomar la decisión de no dejarnos
arrastrar por los mismos errores.
Los que vuelven sin cesar sobre sus faltas, remueven los posos del plano austral.
No sólo se hacen así mucho daño, sino que, contrariamente a lo que se imaginan
algunos fanáticos, esta actitud desagrada al Señor.
Porque el Señor no ha creado a los humanos para que éstos se sientan miserables,
culpables e indignos. Los ha creado para que vivan como Él, en la belleza, el gozo
y la plenitud.
OMRAAM MIKHAëL AIVANHOV
|