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General: EVANGELIO DE HOY VIERNES 12 DE DICIEMBRE DE 2014
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 12/12/2014 22:25

Solemnidad nuestra Señora de Guadalupe, patrona de América y Filipinas

Libro de Isaías 7,10-14.8,10. 
El Señor habló a Ajaz en estos términos: 
"Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas". 
Pero Ajaz respondió: "No lo pediré ni tentaré al Señor". 
Isaías dijo: "Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios?. 
Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"." 
Hagan un proyecto: ¡fracasará! Digan una palabra: ¡no se realizará! Porque Dios está con nosotros. 



Salmo 67(66),2-3.5.7-8. 
El Señor tenga piedad y nos bendiga, 
haga brillar su rostro sobre nosotros,
para que en la tierra se reconozca su dominio, 
y su victoria entre las naciones.

Que canten de alegría las naciones, 
porque gobiernas a los pueblos con justicia 
y guías a las naciones de la tierra.
La tierra ha dado su fruto: 

el Señor, nuestro Dios, nos bendice.
Que Dios nos bendiga, 
y lo teman todos los confines de la tierra.




Evangelio según San Lucas 1,39-48. 
María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. 
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. 
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, 
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! 
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? 
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. 
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". 
María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, 
y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, 
porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. 
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz". 

 
 


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 12/12/2014 22:26

Comentario: Rev. D. Antoni CAROL i Hostench (Sant Cugat del Vallès, Barcelona, España)

¿Con quién compararé a esta generación?

Hoy debiéramos removernos ante el suspiro del Señor: «Con quién compararé a esta generación?» (Mt 11,16). A Jesús le aturde nuestro corazón, demasiadas veces inconformista y desagradecido. Nunca estamos contentos; siempre nos quejamos. Incluso nos atrevemos a acusarle y a echarle la culpa de lo que nos incomoda. 

Pero «la Sabiduría se ha acreditado por sus obras» (Mt 11,19): basta contemplar el misterio de la Navidad. ¿Y nosotros?; ¿cómo es nuestra fe? ¿No será que con esas quejas tratamos de encubrir la ausencia de nuestra respuesta? ¡Buena pregunta para el tiempo de Adviento!

Dios viene al encuentro del hombre, pero el hombre —particularmente el hombre contemporáneo— se esconde de Él. Algunos le tienen miedo, como Herodes. A otros, incluso, les molesta su simple presencia: «Fuera, fuera, crucifícalo» (Jn 19,15). Jesús «es el Dios-que-viene» (Benedicto XVI) y nosotros parecemos "el hombre-que-se-va": «Vino a los suyos y los suyos no le recibieron» (Jn 1,11).

¿Por qué huimos? Por nuestra falta de humildad. San Juan Bautista nos recomendaba "menguarnos". Y la Iglesia nos lo recuerda cada vez que llega el Adviento. Por tanto, hagámonos pequeños para poder entender y acoger al "Pequeño Dios". Él se nos presenta en la humildad de los pañales: ¡nunca antes se había predicado un "Dios-con-pañales"! Ridícula imagen damos a la vista de Dios cuando los hombres pretendemos encubrirnos con excusas y falsas justificaciones. Ya en los albores de la humanidad Adán lanzó las culpas a Eva; Eva a la serpiente y…, habiendo transcurrido los siglos, seguimos igual. 

Pero llega Jesús-Dios: en el frío y la pobreza extrema de Belén no vociferó ni nos reprochó nada. ¡Todo lo contrario!: ya empieza a cargar sobre sus pequeñas espaldas todas nuestras culpas. Entonces, ¿le vamos a tener miedo?; ¿de verdad van a valer nuestras excusas ante ese "Pequeño-Dios"? «La señal de Dios es el Niño: aprendamos a vivir con Él y a practicar también con Él la humildad» (Benedicto XVI).


 
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