MOTIVOS PARA FESTEJAR
Apurados por las infinitas obligaciones que
enfrentamos a diario, los festejos sociales
son cada vez menos frecuentes.
Volvamos a abrir nuestros corazones y nuestros
hogares para recibir a la familia y a los amigos.
Sería bueno preguntarnos qué nos gusta festejar,
porque estamos en un momento en que las fiestas
se han transformado en situaciones corrientes,
mientras que cada vez nos reunimos menos a celebrar
momentos especiales.
Es notorio que cada vez es más frecuente ver los
restaurantes llenos de gente que se reúnen para
conversar, pero parece que en casa nadie quiere
hacerlo.
Las casas están impecables, casi desinfectadas,
pero muy poca gente viene a visitarnos.Y eso es
paradójico, porque las tenemos así para que si
alguien viene las encuentre acogedoras, y sin
embargo ni siquiera sabemos quienes podrían ser
esos visitantes.
Las casas deberían ser lugares de encuentro donde
deberíamos encontrarnos con nuestros afectos.
Siempre decimos que sólo vemos a algunos familiares
en las bodas y los funerales y aunque suene divertido,
no lo es.
No hay mayor placer para celebrar que sentir la
gratificación del deber cumplido y desde ahí juntarnos
con los que amamos.
Así que les invito a festejar todo, ¡y ojalá que
con todos tus afectos!
Seguro que nos hará muy bien...
PILAR SORDO
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