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General: EVANGELIO DE HOY VIERNES 23 DE ENERO DEL 2015
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 23/01/2015 21:36

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Viernes de la segunda semana del tiempo ordinario

Carta a los Hebreos 8,6-13. 
Hermanos: 
Cristo ha recibido un ministerio muy superior, porque es el mediador de una

Alianza más excelente, fundada sobre promesas mejores. 
Porque si esta primera Alianza hubiera sido perfecta, no habría sido necesario

sustituirla por otra. 
En cambio, Dios hizo al pueblo este reproche: Llegarán los días -dice el Señor- en

que haré una Nueva Alianza con la casa de Israel y la casa de Judá, no como aquella

que hice con sus padres el día en que los tomé de la mano para sacarlos de Egipto.

Ya que ellos no permanecieron fieles a mi Alianza, yo me despreocupé de ellos -dice

el Señor- : 
Y ésta es la Alianza que estableceré con la casa de Israel después de aquellos días

-dice el Señor- : Pondré mis leyes en su conciencia, las grabaré en su corazón; yo

seré su Dios y ellos serán mi Pueblo.

Entonces nadie tendrá que instruir a su compatriota ni a su hermano, diciendo:

"Conoce al Señor"; porque todos me conocerán, desde el más pequeño al más grande. 
Porque yo perdonaré sus iniquidades y no me acordaré más de sus pecados. 
Al hablar de una Nueva Alianza, Dios declara anticuada la primera, y lo que es

viejo y anticuado está a punto de desaparecer. 



Salmo 85(84),8.10.11-12.13-14. 
¡Manifiéstanos, Señor, tu misericordia 
y danos tu salvación!
Su salvación está muy cerca de sus fieles, 
y la Gloria habitará en nuestra tierra.

El Amor y la Verdad se encontrarán, 
la Justicia y la Paz se abrazarán;
la Verdad brotará de la tierra 
y la Justicia mirará desde el cielo.

El mismo Señor nos dará sus bienes 
y nuestra tierra producirá sus frutos.
La Justicia irá delante de él, 
y la Paz, sobre la huella de sus pasos.




Evangelio según San Marcos 3,13-19. 
Jesús subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él, 
y Jesús instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar 
con el poder de expulsar a los demonios. 
Así instituyó a los Doce: Simón, al que puso el sobrenombre de Pedro; 
Santiago, hijo de Zebedeo, y Juan, hermano de Santiago, a los que dio el nombre

de Boanerges, es decir, hijos del trueno; luego, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo,

Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Tadeo, Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote,

el mismo que lo entregó. 

  

  

 

 

 

 
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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 23/01/2015 21:37

Comentario: Rev. D. Llucià POU i Sabater (Granada, España)

Jesús subió al monte y llamó a los que Él quiso

Hoy, el Evangelio condensa la teología de la vocación cristiana: el Señor elige a los que quiere para estar con Él y enviarlos a ser apóstoles (cf. Mc 3,13-14). En primer lugar, los elige: antes de la creación del mundo, nos ha destinado a ser santos (cf. Ef 1,4). Nos ama en Cristo, y en Él nos modela dándonos las cualidades para ser hijos suyos. Sólo en vistas a la vocación se entienden nuestras cualidades; la vocación es el “papel” que nos ha dado en la redención. Es en el descubrimiento del íntimo “por qué” de mi existencia cuando me siento plenamente “yo”, cuando vivo mi vocación.

¿Y para qué nos ha llamado? Para estar con Él. Esta llamada implica correspondencia: «Un día —no quiero generalizar, abre tu corazón al Señor y cuéntale tu historia—, quizá un amigo, un cristiano corriente igual a ti, te descubrió un panorama profundo y nuevo, siendo al mismo tiempo viejo como el Evangelio. Te sugirió la posibilidad de empeñarte seriamente en seguir a Cristo, en ser apóstol de apóstoles. Tal vez perdiste entonces la tranquilidad y no la recuperaste, convertida en paz, hasta que libremente, porque te dio la gana —que es la razón más sobrenatural—, respondiste que sí a Dios. Y vino la alegría, recia, constante, que sólo desaparece cuando te apartas de El» (San Josemaría). 

Es don, pero también tarea: santidad mediante la oración y los sacramentos, y, además, la lucha personal. «Todos los fieles de cualquier estado y condición de vida están llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad, santidad que, aún en la sociedad terrena, promueve un modo más humano de vivir» (Concilio Vaticano II).

Así, podemos sentir la misión apostólica: llevar a Cristo a los demás; tenerlo y llevarlo. Hoy podemos considerar más atentamente la llamada, y afinar en algún detalle de nuestra respuesta de amor.

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: DULCEPOEMA Enviado: 24/01/2015 22:19
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