Un hombre muy borracho llega a la pensión donde reside y a altas horas de la noche empieza a gritar:
- Ramera Cabrona, abreme la puerta que no llevo llaves.
Pasan unos minutos y empieza otra vez a gritar:
- Ramera Cabrona abreme ya la puerta.
La señora abre la puerta y le dice:
- ¡¡¡ Señor Juan… ¿ Cuantas veces te e dicho que no me llamo ramera cabrona….?, ¡¡¡ si no…, Ramona Cabrera… !!!!!.