Quédate Señor conmigo.
Has venido a visitarme, como Padre y como amigo, Jesús no me dejes solo quédate Señor conmigo.
Por el mundo envuelto en sombras soy errante peregrino dame tu luz y tu gracia quédate Señor conmigo.
En esté precioso instante abrazado estoy contigo, que esta unión nunca me falte quédate Señor conmigo.
Acompáñame en la vida tu presencia necesito sin ti, desfallezco y caigo quédate Señor conmigo.
Declinando está la tarde voy corriendo como rió al hondo mar de la muerte, quédate Señor conmigo.
En la pena y en el gozo se mi aliento mientras vivo, hasta que muera en tus brazos, quédate Señor conmigo.
Amén
P. Pío.
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