MIRARÁN AL QUE TRASPASARON
(JUAN, 37)
- ¡Cómo cambian las cosas!
Hasta hace unas horas, la Cruz era signo de maldición.
Y el que colgaba del madero era un maldito.
Pero, desde que Jesús subió a la Cruz, ni la Cruz es una maldición, ni el crucificado un maldito.
Cruz y Crucificado se hacen bendición.
Porque se hacen vida y se hacen revelación de Dios.
- Ya lo había dicho Jesús. “Cuando sea levantado en alto atraeré a todos hacia mí”.
Y el profeta lo había anticipado: “Mirarán al que traspasaron».
Lo que era signo de ignominia ahora se hace signo y palabra de revelación.
Desde ahora la Cruz será un lugar de cita de Dios con el hombre y del hombre con Dios. Y cuando Dios y el hombre se encuentran y se dan la mano en la Cruz de Jesús, Dios se revela en sus intimidades al hombre y el hombre descubre la verdad de Dios.
- Ahora, cuando el hombre quiera saber algo de Dios, le bastará mirar a la Cruz.
Y en ella podrá leer el amor hasta el extremo que Dios le tiene.
Y Dios se revelará como amor y como vida. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su propio hijo, para que todo el que crea en él tenga vida eterna».
- El misterio de la Cruz nos clarifica toda la vida de Jesús que se hace inteligible al hombre.
Lo que antes era incomprensible ahora se hace claridad.
Y a la vez, la Cruz clarifica la verdad de Dios para con el hombre.
La historia entera apunta hacia la Cruz.
En la Cruz la historia de salvación llega a la plenitud de su verdad.
Y en la Cruz da comienzo una nueva historia para los hombres.
- Creer, es para el cristiano mirar a la Cruz.
Creer, es para el cristiano descubrir el amor.
Creer, es para el cristiano encontrarse con la vida.
Cristiano es aquel que mira a la Cruz y en ella se reconoce como amado de Dios. Cristiano es aquel que mirando a la Cruz, aprende a leer de una manera diferente su propia vida y su propia historia.
Mirar a la Cruz, es sentirse bendito en quién pasó por la experiencia de la maldición.
Actitud para hoy:
- ¿Cuánto tiempo hace que no miro fijamente y en silencio a la Cruz?
Sería bueno que hoy me dé un tiempo para quedarme mirándola despacio, serena y tranquilamente a la escucha de su palabra.
- La Cruz que llevo colgada de mi pecho será para mí un signo de bendición, porque debo verla como signo de mi salvación.
Clemente Sobrado cp |