Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

NUESTRO MUNDO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ☼General☼ 
 ☼Normas d Nuestro Mundo☼ 
 ☼Oremos☼ 
 ☼Nuestra Capilla☼ 
 ☼Cumpleaños☼ 
 ☼Reflexiones☼ 
 ☼Poesías y Poemas☼ 
 ☼A cocinar!!☼ 
 ☼Ofrecimientos de firmas☼ 
 ☼Retirar firmas☼ 
 ☼Grupos Amigos☼ 
 Rincón de Juanito (Sus Rutas Antiguas) 
 
 
  Herramientas
 
General: EVANGELIO DE HOY SÁBADO 18 DE ABRIL DEL 2015
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 18/04/2015 12:24
biblia2.gif picture by silvygilbert

 

 

 

 

 Sábado de la segunda semana de Pascua

Libro de los Hechos de los Apóstoles 6,1-7. 
En aquellos días, como el número de discípulos aumentaba, los helenistas comenzaron a murmurar contra los hebreos porque se desatendía a sus viudas en la distribución diaria de los alimentos. 
Entonces los Doce convocaron a todos los discípulos y les dijeron: "No es justo que descuidemos el ministerio de la Palabra de Dios para ocuparnos de servir las mesas. 
Es preferible, hermanos, que busquen entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encargaremos esta tarea. 
De esa manera, podremos dedicarnos a la oración y al ministerio de la Palabra". 
La asamblea aprobó esta propuesta y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe y a Prócoro, a Nicanor y a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito de Antioquía. 
Los presentaron a los Apóstoles, y estos, después de orar, les impusieron las manos. 
Así la Palabra de Dios se extendía cada vez más, el número de discípulos aumentaba considerablemente en Jerusalén y muchos sacerdotes abrazaban la fe. 



Salmo 33(32),1-2.4-5.18-19. 
Aclamen, justos, al Señor: 
es propio de los buenos alabarlo.
Alaben al Señor con la cítara, 
toquen en su honor el arpa de diez cuerdas.

Porque la palabra del Señor es recta 
y él obra siempre con lealtad;
él ama la justicia y el derecho, 
y la tierra está llena de su amor.

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, 
sobre los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte 
y sustentarlos en el tiempo de indigencia.





Evangelio según San Juan 6,16-21. 
Al atardecer, sus discípulos bajaron a la orilla del mar 
y se embarcaron, para dirigirse a Cafarnaún, que está en la otra orilla. Ya era de noche y Jesús aún no se había reunido con ellos. 
El mar estaba agitado, porque soplaba un fuerte viento. 
Cuando habían remado unos cinco kilómetros, vieron a Jesús acercarse a la barca caminando sobre el agua, y tuvieron miedo. 
El les dijo: "Soy yo, no teman". 
Ellos quisieron subirlo a la barca, pero esta tocó tierra en seguida en el lugar adonde iban. 



 

 

 

silvia6.png picture by silvygilbert

 



Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 18/04/2015 12:24

Comentario: Rev. D. Vicenç GUINOT i Gómez (Sitges, Barcelona, España)

Soy yo. No temáis

Hoy, Jesús nos desconcierta. Estábamos acostumbrados a un Redentor que, presto para atender todo tipo de indigencia humana, no dudaba en recorrer a su poder divino. De hecho, la acción transcurre justo después de la multiplicación de los panes y peces a favor de la multitud hambrienta. Ahora, en cambio, nos desconcierta un milagro —el hecho de andar sobre las aguas— que parece, a primera vista, una acción de cara a la galería. ¡Pero no!, Jesús ya había descartado el uso de su poder divino para buscar el lucimiento o el provecho personal cuando al inicio de su misión rechazó las tentaciones del Maligno.

Al andar sobre las aguas, Jesucristo está mostrando su señorío sobre las cosas creadas. Pero también podemos ver una escenificación de su dominio sobre el Maligno, representado por un mar embravecido en la oscuridad.

«No temáis» (Jn 6,20), les decía Jesús en aquella ocasión. «Confiad, yo he vencido al mundo» (Jn 16,33), les dirá después en el Cenáculo. Finalmente, es Jesús quien dice a las mujeres en la mañana de Pascua, después de levantarse del sepulcro: «No tengáis miedo». Nosotros, por el testimonio de los Apóstoles, sabemos de su victoria sobre los enemigos del hombre, el pecado y la muerte. Por esto, hoy, sus palabras resuenan en nuestro corazón con una fuerza especial, porque son las palabras de Alguien que está vivo. 

Las mismas palabras que Jesús dirigía a Pedro y a los Apóstoles las repetía Juan Pablo II, sucesor de Pedro, al inicio de su pontificado: «No tengáis miedo». Era una llamada a abrir el corazón, la propia existencia al Redentor para que con Él no temamos ante los embates de los enemigos de Cristo.

Ante la personal fragilidad para llevar a buen puerto las misiones que el Señor nos pide (una vocación, un proyecto apostólico, un servicio...), nos consuela saber que María también —criatura como nosotros— oyó las mismas palabras de parte del ángel antes de afrontar la misión que el Señor le tenía encomendada. Aprendamos de ella a acoger la invitación de Jesús cada día, en cada circunstancia.

Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Sol Solgraficos Enviado: 20/04/2015 18:40


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados