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General: EVANGELIO DE HOY VIERNES 1 DE MAYO DEL 2015
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 01/05/2015 20:54

Viernes de la cuarta semana de Pascua

Libro de los Hechos de los Apóstoles 13,26-33. 
Habiendo llegado Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga: 
"Hermanos, este mensaje de salvación está dirigido a ustedes: los descendientes de Abraham y los que temen a Dios. 
En efecto, la gente de Jerusalén y sus jefes no reconocieron a Jesús, ni entendieron las palabras de los profetas que se leen cada sábado, pero las cumplieron sin saberlo, condenando a Jesús. 
Aunque no encontraron nada en él que mereciera la muerte, pidieron a Pilato que lo condenara. 
Después de cumplir todo lo que estaba escrito de él, lo bajaron del patíbulo y lo pusieron en el sepulcro. 
Pero Dios lo resucitó de entre los muertos 
y durante un tiempo se apareció a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus testigos delante del pueblo. 
Y nosotros les anunciamos a ustedes esta Buena Noticia: la promesa que Dios hizo a nuestros padres, 
fue cumplida por él en favor de sus hijos, que somos nosotros, resucitando a Jesús, como está escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy." 



Salmo 2,6-7.8-9.10-11. 
«Yo mismo establecí a mi Rey 
en Sión, mi santa Montaña.»
Voy a proclamar el decreto del Señor: 
El me ha dicho: «Tú eres mi hijo, 
yo te he engendrado hoy.»

«Pídeme, y te daré las naciones como herencia, 
y como propiedad, los confines de la tierra."
Los quebrarás con un cetro de hierro, 
los destrozarás como a un vaso de arcilla»

Por eso, reyes, sean prudentes; 
aprendan, gobernantes de la tierra.
Sirvan al Señor con temor,




Evangelio según San Juan 14,1-6. 
Jesús dijo a sus discípulos: 
"No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí. 
En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar. 
Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. 
Ya conocen el camino del lugar adonde voy". 
Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?". 
Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí." 



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 01/05/2015 20:54

Comentario: Rev. D. Josep Mª MANRESA Lamarca (Les Fonts del Vallès, Barcelona, España)

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí

Hoy, en este Viernes IV de Pascua, Jesús nos invita a la calma. La serenidad y la alegría fluyen como un río de paz de su Corazón resucitado hasta el nuestro, agitado e inquieto, zarandeado tantas veces por un activismo tan enfebrecido como estéril.

Son los nuestros los tiempos de la agitación, el nerviosismo y el estrés. Tiempos en que el Padre de la mentira ha inficionado las inteligencias de los hombres haciéndoles llamar al bien mal y al mal bien, dando luz por oscuridad y oscuridad por luz, sembrando en sus almas la duda y el escepticismo que agostan en ellas todo brote de esperanza en un horizonte de plenitud que el mundo con sus halagos no sabe ni puede dar.

Los frutos de tan diabólica empresa o actividad son evidentes: enseñoreado el “sinsentido” y la pérdida de la trascendencia de tantos hombres y mujeres, no sólo han olvidado, sino que han extraviado el camino, porque antes olvidaron el Camino. Guerras, violencias de todo género, cerrazón y egoísmo ante la vida (anticoncepción, aborto, eutanasia...), familias rotas, juventud “desnortada”, y un largo etcétera, constituyen la gran mentira sobre la que se asienta buena parte del triste andamiaje de la sociedad del tan cacareado “progreso”.

En medio de todo, Jesús, el Príncipe de la Paz, repite a los hombres de buena voluntad con su infinita mansedumbre: «No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios: creed también en mí» (Jn 14,1). A la derecha del Padre, Él acaricia como un sueño ilusionado de su misericordia el momento de tenernos junto a Él, «para que donde esté yo estéis también vosotros» (Jn 14,3). No podemos excusarnos como Tomás. Nosotros sí sabemos el camino. Nosotros, por pura gracia, sí conocemos el sendero que conduce al Padre, en cuya casa hay muchas estancias. En el cielo nos espera un lugar, que quedará para siempre vacío si nosotros no lo ocupamos. Acerquémonos, pues, sin temor, con ilimitada confianza a Aquél que es el único Camino, la irrenunciable Verdad y la Vida en plenitud.



 
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