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General: EVANGELIO DE HOY JUEVES 11 DE JUNIO DEL 2015
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Resposta  Missatge 1 de 3 del tema 
De: campitos0  (Missatge original) Enviat: 11/06/2015 12:07
 
 
 
 

 
Memoria de san Bernabé, apóstol

Libro de los Hechos de los Apóstoles 11,21b-26.13,1-3. 
En aquellos días, muchos creyeron y se convirtieron. 
Al enterarse de esto, la Iglesia de Jerusalén envió a Bernabé a Antioquía. 
Cuando llegó y vio la gracia que Dios les había concedido, él se alegró mucho y exhortaba a todos a permanecer fieles al Señor con un corazón firme. 
Bernabé era un hombre bondadoso, lleno del Espíritu Santo y de mucha fe. Y una gran multitud adhirió al Señor. 
Entonces partió hacia Tarso en busca de Saulo, 
y cuando lo encontró, lo llevó a Antioquía. Ambos vivieron todo un año en esa Iglesia y enseñaron a mucha gente. Y fue en Antioquía, donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de "cristianos". 
En la Iglesia de Antioquía había profetas y doctores, entre los cuales estaban Bernabé y Simeón, llamado el Negro, Lucio de Cirene, Manahén, amigo de infancia del tetrarca Herodes, y Saulo. 
Un día, mientras celebraban el culto del Señor y ayunaban, el Espíritu Santo les dijo: "Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la obra a la cual los he llamado". 
Ellos, después de haber ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron. 



Salmo 98(97),1.2-3ab.3c-4.5-6. 

Canten al Señor un canto nuevo, 
porque él hizo maravillas: 
su mano derecha y su santo brazo 
le obtuvieron la victoria.

El Señor manifestó su victoria, 
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado
Aclame al Señor toda la tierra, 
prorrumpan en cantos jubilosos.
Canten al Señor con el arpa 

y al son de instrumentos musicales;
con clarines y sonidos de trompeta 
aclamen al Señor, que es Rey.




Evangelio según San Mateo 10,7-13. 
Jesús dijo a sus apóstoles: 
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. 
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente." 
No lleven encima oro ni plata, ni monedas, 
ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento. 
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. 
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. 
Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes. 




 

 
 
 
 
 
 
 
 
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Resposta  Missatge 2 de 3 del tema 
De: campitos0 Enviat: 11/06/2015 12:07

Comentario: P. Julio César RAMOS González SDB (Mendoza, Argentina)

Si vuestra justicia no es mayor (...) no entraréis en el Reino de los Cielos

Hoy, Jesús nos invita a ir más allá de lo que puede vivir cualquier mero cumplidor de la ley. Aún, sin caer en la concreción de malas acciones, muchas veces la costumbre endurece el deseo de la búsqueda de la santidad, amoldándonos acomodaticiamente a la rutina del comportarse bien, y nada más. San Juan Bosco solía repetir: «Lo bueno, es enemigo de lo óptimo». Allí es donde nos llega la Palabra del Maestro, que nos invita a hacer cosas “mayores” (cf. Mt 5,20), que parten de una actitud distinta. Cosas mayores que, paradójicamente, pasan por las menores, por las más pequeñas. Encolerizarse, menospreciar y renegar del hermano no son adecuadas para el discípulo del Reino, que ha sido llamado a ser —nada más y nada menos— que sal de la tierra y luz del mundo (cf. Mt 5,13-16), desde la vigencia de las bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-12).

Jesús, con autoridad, cambia la interpretación del precepto negativo “No matar” (cf. Ex 20,13) por la interpretación positiva de la profunda y radical exigencia de la reconciliación, puesta —para mayor énfasis— en relación con el culto. Así, no hay ofrenda que sirva cuando «te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti» (Mt 5,23). Por eso, importa arreglar cualquier pleito, porque de lo contrario la invalidez de la ofrenda se volverá contra ti (cf. Mt 5,26).

Todo esto, sólo lo puede movilizar un gran amor. Nos dirá san Pablo: «En efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud» (Rom 13,9-10). Pidamos ser renovados en el don de la caridad —hasta el mínimo detalle— para con el prójimo, y nuestra vida será la mejor y más auténtica ofrenda a Dios.


Resposta  Missatge 3 de 3 del tema 
De: Sol Solgraficos Enviat: 11/06/2015 19:04
El Señor manifestó su victoria, 
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel.

Los confines de la tierra han contemplado
Aclame al Señor toda la tierra, 
prorrumpan en cantos jubilosos.
Canten al Señor con el arpa 

y al son de instrumentos musicales;
con clarines y sonidos de trompeta 
aclamen al Señor, que es Rey.


 
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