Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

NUESTRO MUNDO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ☼General☼ 
 ☼Normas d Nuestro Mundo☼ 
 ☼Oremos☼ 
 ☼Nuestra Capilla☼ 
 ☼Cumpleaños☼ 
 ☼Reflexiones☼ 
 ☼Poesías y Poemas☼ 
 ☼A cocinar!!☼ 
 ☼Ofrecimientos de firmas☼ 
 ☼Retirar firmas☼ 
 ☼Grupos Amigos☼ 
 Rincón de Juanito (Sus Rutas Antiguas) 
 
 
  Herramientas
 
General: SANTORAL DEL SÁBADO 4 DE JULIO DEL 2015
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: campitos0  (Mensaje original) Enviado: 07/07/2015 13:19


Primer  Anterior  2 a 3 de 3  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 07/07/2015 13:20
Nombre
Isabel (Femenino)
Significado
Promesa de Dios, de origen Hebreo
Celebran
 Las Isabel suelen celebrar el 5-nov:
Santa Isabel
Otros santos
Otros santos con nombre Isabel 
Nació
en Aragon, en el actual España 
Falleció
4 de julio de 1336 en Estremoz, en el actual Portugal 
Proceso
Celebración
4 de julio

Vida de Santa Isabel de Portugal

Nacida en Aragón, España en 1271, santa Isabel es la hija del rey Pedro III de ese reino y nieta del rey Jaime el Conquistador, biznieta del emperador Federico II de Alemania. Le pusieron Isabel en honor a su tía abuela, Santa Isabel de Hungría.

Su formación fue formidable y ya desde muy pequeña tenía una notable piedad. Le enseñaron que, para ser verdaderamente buena debía unir a su oración, la mortificación de sus gustos y caprichos. Conocía desde pequeña la frase: "Tanta mayor libertad de espíritu tendrás cuando menos deseos de cosas inútiles o dañosas tengas". Se esmeró por ordenar su vida en el amor a Dios y al prójimo, disciplinando sus hábitos de vida. No comía nada entre horas .

La casaron cuando tenía 12 años con el rey Dionisio de Portugal. Esta fue la gran cruz de Santa Isabel ya que era un hombre de poca moral, siendo violento e infiel. Pero ella supo llevar heroicamente esta prueba. Oraba y hacía sacrificios por el. Lo trataba siempre con bondad. Tuvo dos hijos: Alfonso, futuro rey de Portugal y Constancia, futura reina de Castilla. Santa Isabel llegó hasta educar los hijos naturales de su esposo con otras mujeres.

El rey por su parte la admiraba y le permitía hasta cierto punto su vida de cristiana auténtica. Ella se levantaba muy temprano y leía 6 salmos, asistía a la Santa Misa y se dedicaba a regir las labores del palacio. En su tiempo libre se reunía con otras damas para confeccionar ropas para los pobres. Las tardes las dedicaba a visitar ancianos y enfermos.

Hizo construir albergues, un hospital para los pobres, una escuela gratuita, una casa para mujeres arrepentidas de la mala vida y un hospicio para niños abandonados. También construyó conventos y otras obras para el bien del pueblo. Prestaba sus bellos vestidos y hasta una corona para la boda de jóvenes pobres.

Santa Isabel frecuentemente distribuía Monedas del Tesoro Real a los pobres para que pudieran comprar el pan de cada día. En una ocasión, el Rey Dionisio, sospechando de sus actos, comenzó a espiarla. Cuando la Reina comenzó a distribuir monedas entre los pobre, el rey lo observó y enfurecido fue a reclamarle. Pero el Señor intervino, de manera que, cuando el rey le ordenó que le enseñara lo que estaba dando a los pobres, las monedas de oro se convirtieron en rosas.

Forjadora de la paz

El hijo de Isabel, Alfonso, tenía como su padre un carácter violento. Se llenaba de ira por la preferencia que su padre demostraba por sus hijos naturales. En dos ocasiones promovió la guerra civil contra su padre. Isabel hizo todo lo posible por la reconciliación. En una ocasión se fue en peregrinación hasta Santarém lugar del Milagro Eucarístico, y vestida de penitente imploró al Señor por la paz.

Llegó hasta presentarse en el campo de batalla y, cuando los ejércitos de su esposo y su hijo se disponían a la guerra, la reina se arrodillaba entre ellos y de rodillas ante su esposo e hijo, les pedía que se reconciliasen.

Se conservan algunas de sus cartas las cuales reflejan el calibre evangélico y la audacia de nuestra santa.

A su esposo: "Como una loba enfurecida a la cual le van a matar a su hijito, lucharé por no dejar que las armas del rey se lancen contra nuestro propio hijo. Pero al mismo tiempo haré que primero me destrocen a mí las armas de los ejércitos de mi hijo, antes de que ellos disparen contra los seguidores de su padre".

A su hijo: "Por Santa María Virgen, te pido que hagas las paces con tu padre. Mira que los guerreros queman casas, destruyen cultivos y destrozan todo. No con las armas, hijo, no con las armas, arreglaremos los problemas, sino dialogando, consiguiendo arbitrajes para arreglar los conflictos. Yo haré que las tropas del rey se alejen y que los reclamos del hijo sean atendidos, pero por favor recuerda que tienes deberes gravísimos con tu padre como hijo, y como súbito con el rey".

Consiguió la paz en mas de una ocasión y su esposo murió arrepentido, sin duda por las oraciones de su santa esposa.

Entra en el convento de las Clarisas después de enviudar

Por el amor tan grande que Santa Isabel le tenía a la Eucaristía, se dedicó a estudiar la vida de los santos mas notables por su amor a la Eucaristía, en especial Santa Clara. Después de enviudar, Santa Isabel se despojó de todas sus riquezas. Emprendió un peregrinaje a Santiago de Compostela, donde le entregó la corona al Arzobispo para recibir el hábito de las Clarisas como terciaria. El Arzobispo fue tan movido por este acto de la santa, que el le entregó su callado pastoral para que la ayudara en su regreso a Portugal.

Vivió los últimos años en el convento, dedicada a la adoración Eucarística.

Cuando estalló la guerra entre su hijo y su yerno, el rey de Castilla, Santa Isabel, a pesar de su ancianidad, emprendió un largísimo viaje por caminos muy peligrosos y logró la paz. Sin embargo el viaje le costó la vida. Al sentir próxima la muerte pidió que la llevasen al convento de las Clarisas que ella misma había fundado. Allí murió invocando a la Virgen Santísima el 4 de julio de 1336.

Dios bendijo su sepulcro con milagros. Su cuerpo se puede venerar en el convento de las Clarisas en Coimbra.



Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: campitos0 Enviado: 07/07/2015 13:22

María Crucificada Curcio, Beata
Fundadora, Julio 4


Por: . | Fuente: Vatican.va 



Fundadora de las
Carmelitas Misioneras
de Santa Teresa del Niño Jesús

Martiroloigo Romano: En Santa Marinella, Italia, beata María Crucificada Curcio, virgen y fundadora de la congregación de las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa del Niño Jesús ( 1957).

Breve Biografía

Nació en Ispica (Sicilia, Italia) el 30 de enero de 1877. Era la séptima de diez hijos. Vivió su infancia en un ambiente familiar cultural y socialmente elevado. Dotada de gran inteligencia y un carácter alegre y decidido, manifestó durante su adolescencia una marcada tendencia a la piedad y a la solidaridad con los más necesitados y marginados.

En su casa recibió una severa educación, con principios muy rígidos, en razón de los cuales su padre, siguiendo las costumbres de la época, no le permitió seguir estudiando después de la escuela primaria. Eso le costó mucho, pues sentía una gran sed de conocimientos, que saciaba con los libros de la biblioteca familiar. Así pudo leer el "Libro de la vida" de santa Teresa de Jesús, que ejerció un gran impacto en ella, impulsándola a conocer y amar el Carmelo, y abriéndola al "estudio de las cosas celestiales".

En 1890, a la edad de trece años, obtuvo, aunque con dificultad, el permiso de inscribirse en la Tercera Orden Carmelitana, recién constituida en Ispica. Visitaba con frecuencia el santuario de la Virgen del Carmen, cultivando una intensa devoción a María, "que le había robado el corazón desde su infancia", y le había encomendado la misión de "hacer que volviera a florecer el Carmelo". Profundizando en la espiritualidad carmelitana comprendió el plan de Dios para ella.

Queriendo compartir el ideal de un Carmelo misionero que uniera la dimensión contemplativa con la apostólica, inició una experiencia de vida común con algunas compañeras terciarias en un apartamento de su casa paterna. Luego se trasladó a Modica, para dirigir la casa "Carmela Polara" para la acogida y asistencia de muchachas huérfanas o necesitadas.

Después de años de pruebas y tribulaciones con el vano intento de que su obra fuera reconocida oficialmente por la autoridad eclesiástica local, por fin encontró apoyo en el padre Lorenzo van den Eerenbeemt, de la Orden Carmelita de la antigua observancia.

El 17 de mayo de 1925 viajó a Roma para la canonización de santa Teresa del Niño Jesús. Al día siguiente, visitando la localidad de Santa Marinella, cercana a la ciudad de Roma, quedó impresionada por la extrema pobreza de la mayor parte de sus habitantes y comprendió que allí la quería Dios. Con permiso del obispo, se estableció definitivamente en Santa Marinella, y el 16 de julio sucesivo recibió el decreto de afiliación de su pequeña comunidad a la Orden Carmelitana.

En 1930, después de muchos sufrimientos y cruces, su pequeña comunidad fue erigida como congregación de derecho diocesano con el nombre de Carmelitas Misioneras de Santa Teresa del Niño Jesús.

"Llevar almas a Dios" era el objetivo que la impulsó a crear obras educativas y asistenciales en Italia y en el extranjero. Pudo realizar su anhelo misionero en 1947 enviando a las primeras cuatro religiosas a Brasil, con un solo mandato: "No olvidéis a los pobres".

Su oración era un diálogo íntimo y continuo con Jesús, con el Padre y con todos los santos, inspirado por una confianza filial y sentimientos de gratitud, de alabanza, de adoración y de reparación, que trataba de transmitir, ante todo con el ejemplo de su vida, a sus hijas espirituales y a cuantos se acercaban a ella.

Cultivó una intensa unión de amor con Cristo en la Eucaristía, esforzándose por vivir un profundo espíritu de reparación, que la llevaba a compartir los sufrimientos y las angustias de los hombres, especialmente "del inmenso número de almas que no conocen y no aman a Dios", tratando de ayudarles en sus necesidades con caridad, pues descubría en ellos el rostro de Cristo crucificado.

Exhortaba a sus religiosas a entregarse sin medida al servicio de la juventud más humillada y abandonada, para "separar en ella el oro del fango", a fin de restaurar en toda criatura la dignidad y la imagen de hijo de Dios.

Marcada toda su vida por una salud precaria y por la diabetes, que afrontaba con fortaleza y sincera adhesión a la voluntad de Dios, pasó sus últimos años enferma, orando y entregándose a sus religiosas.

El 4 de julio de 1957 murió serenamente en Santa Marinella. Fue beatificada el 13 de noviembre de 2005 por S.S. Benedicto XVI.



 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados