LAS MENTIRAS
Las mentiras más graves y perjudiciales no son
las que se dicen sino las que se viven.
No te mientas convenciéndote de que eres como
te piensas o como te piensan los otros.
La mentira es la madre del engaño, y el engaño es
el asesino de la confianza.
Los que mienten viven tensos y en guardia como
carceleros, vigilando las verdades que aprisionaron
detras de las rejas de sus mentiras.
Cada vez que mientes, apagas una luz en tu camino.
¡No te asombres si terminas caminando a oscuras!
Cristo dijo: "La verdad les hará libres."
Tus mentiras te esclavizan.
RENÉ TROSSERO
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