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General: Santoral de hoy Sábado 8 de AGOSTO del 2015
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Resposta  Missatge 1 de 4 del tema 
De: campitos0  (Missatge original) Enviat: 09/08/2015 20:26
Santoral 

Domingo de Guzmán, Santo
Fundador de los Dominicos, 8 de agosto ...


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Resposta  Missatge 2 de 4 del tema 
De: campitos0 Enviat: 09/08/2015 20:27
Domingo de Guzmán, Santo

Fundador de los Dominicos, 8 de agosto


Por: Centro de Espiritualidad Santa María | Fuente: Centro de Espiritualidad Santa María 



Sacerdote y Fundador de los Dominicos
Agosto 8

Martirologio Romano: Memoria de santo Domingo, presbítero, que siendo canónigo de Osma se hizo humilde ministro de la predicación en los países agitados por la herejía albigense y vivió en voluntaria pobreza, hablando siempre con Dios o acerca de Dios. Deseoso de una nueva forma de propagar la fe, fundó la Orden de Predicadores, para renovar en la Iglesia la manera apostólica de vida, mandando a sus hermanos que se entregaran al servicio del prójimo con la oración, el estudio y el ministerio de la Palabra. Su muerte tuvo lugar en Bolonia, el día seis de agosto (1221).

Etimología: Domingo = del Señor. Viene de la lengua latina.

Los Padres Dominicos están hoy de fiesta. Santo Domingo de Guzmán los fundó en el siglo XIII. Durante tantos años han hecho y siguen haciendo un gran bien a la Iglesia en todo el mundo.

El fundador de los Padres Dominicos, que son ahora 6,800 en 680 casas en el mundo, nació en Caleruega, España, en 1171. Su madre, Juana de Aza, era una mujer admirable en virtudes y ha sido declarada Beata. Lo educó en la más estricta formación religiosa.

A los 14 años se fue a vivir con un tío sacerdote en Palencia en cuya casa trabajaba y estudiaba. La gente decía que en edad era un jovencito pero que en seriedad parecía un anciano. Su goce especial era leer libros religiosos, y hacer caridad a los pobres.

Por aquel tiempo vino por la región una gran hambre y las gentes suplicaban alguna ayuda para sobrevivir. Domingo repartió en su casa todo lo que tenía y hasta el mobiliario. Luego, cuando ya no le quedaba nada más con qué ayudar a los hambrientos, vendió lo que más amaba y apreciaba, sus libros (que en ese tiempo eran copiados a mano y costosísimos y muy difíciles de conseguir) y con el precio de la venta ayudó a los menesterosos. A quienes lo criticaban por este desprendimiento, les decía: "No puede ser que Cristo sufra hambre en los pobres, mientras yo guarde en mi casa algo con lo cual podía socorrerlos".

En un viaje que hizo, acompañando a su obispo por el sur de Francia, se dio cuenta de que los herejes habían invadido regiones enteras y estaban haciendo un gran mal a las almas. Y el método que los misioneros católicos estaban empleando era totalmente inadecuado. Los predicadores llegaban en carruajes elegantes, con ayudantes y secretarios, y se hospedaban en los mejores hoteles, y su vida no era ciertamente un modelo de la mejor santidad. Y así de esa manera las conversiones de herejes que conseguían, eran mínimas. Domingo se propuso un modo de misionar totalmente diferente.

Vio que a las gentes les impresionaba que el misionero fuera pobre como el pueblo. Que viviera una vida de verdadero buen ejemplo en todo. Y que se dedicara con todas sus energías a enseñarles la verdadera religión. Se consiguió un grupo de compañeros y con una vida de total pobreza, y con una santidad de conducta impresionante, empezaron a evangelizar con grandes éxitos apostólicos.

Sus armas para convertir eran la oración, la paciencia, la penitencia, y muchas horas dedicadas a instruir a los ignorantes en religión. Cuando algunos católicos trataron de acabar con los herejes por medio de las armas, o de atemorizarlos para que se convirtieran, les dijo: "Es inútil tratar de convertir a la gente con la violencia. La oración hace más efecto que todas las armas guerreras. No crean que los oyentes se van a c_onMover y a volver mejores por que nos ven muy elegantemente vestidos. En cambio con la humildad sí se ganan los corazones".

Domingo llevaba ya diez años predicando al sur de Francia y convirtiendo herejes y enfervorizando católicos, y a su alrededor había reunido un grupo de predicadores que él mismo había ido organizando e instruyendo de la mejor manera posible. Entonces pensó en formar con ellos una comunidad de religiosos, y acompañado de su obispo consultó al Sumo Pontífice Inocencio III.

Al principio el Pontífice estaba dudoso de si conceder o no el permiso para fundar la nueva comunidad religiosa. Pero dicen que en un sueño vio que el edificio de la Iglesia estaba ladeándose y con peligro de venirse abajo y que llegaban dos hombres, Santo Domingo y San Francisco, y le ponían el hombro y lo volvían a levantar. Después de esa visión ya el Papa no tuvo dudas en que sí debía aprobar las ideas de nuestro santo.

Y cuentan las antiguas tradiciones que Santo Domingo vio en sueños que la ira de Dios iba a enviar castigos sobre el mundo, pero que la Virgen Santísima señalaba a dos hombres que con sus obras iban a interceder ante Dios y lo calmaban. El uno era Domingo y el otro era un desconocido, vestido casi como un pordiosero. Y al día siguiente estando orando en el templo vio llegar al que vestía como un mendigo, y era nada menos que San Francisco de Asís. Nuestro santo lo abrazó y le dijo: "Los dos tenemos que trabajar muy unidos, para conseguir el Reino de Dios". Y desde hace siglos ha existido la bella costumbre de que cada año, el día de la fiesta de San Francisco, los Padres dominicos van a los conventos de los franciscanos y celebran con ellos muy fraternalmente la fiesta, y el día de la fiesta de Santo Domingo, los padres franciscanos van a los conventos de los dominicos y hacen juntos una alegre celebración de buenos hermanos.

En agosto de 1216 fundó Santo Domingo su Comunidad de predicadores, con 16 compañeros que lo querían y le obedecían como al mejor de los padres. Ocho eran franceses, siete españoles y uno inglés. Los preparó de la mejor manera que le fue posible y los envió a predicar, y la nueva comunidad tuvo una bendición de Dios tan grande que a los pocos años ya los conventos de los dominicos eran más de setenta, y se hicieron famosos en las grandes universidades, especialmente en la de París y en la de Bolonia.

El gran fundador le dio a sus religiosos unas normas que les han hecho un bien inmenso por muchos siglos. Por ejemplo estas:


Primero contemplar, y después enseñar. O sea: antes dedicar mucho tiempo y muchos esfuerzos a estudiar y meditar las enseñanzas de Jesucristo y de su Iglesia, y después sí dedicarse a predicar con todo el entusiasmo posible.
Predicar siempre y en todas partes. Santo Domingo quiere que el oficio principalísimo de sus religiosos sea predicar, catequizar, tratar de propagar las enseñanzas católicas por todos los medios posibles. Y él mismo daba el ejemplo: donde quiera que llegaba empleaba la mayor parte de su tiempo en predicar y enseñar catecismo.

La experiencia le había demostrado que las almas se ganan con la caridad. Por eso todos los días pedía a Nuestro Señor la gracia de crecer en el amor hacia Dios y en la caridad hacia los demás y tener un gran deseo de salvar almas. Esto mismo recomendaba a sus discípulos que pidieran a Dios constantemente.

Los santos han dominado su cuerpo con unas mortificaciones que en muchos casos son más para admirar que para imitar. Recordemos algunas de las que hacía este hombre de Dios.

Cada año hacía varias cuaresmas, o sea, pasaba varias temporadas de a 40 días ayunando a pan y agua.

Siempre dormía sobre duras tablas. Caminaba descalzo por caminos irisados de piedras y por senderos cubiertos de nieve. No se colocaba nada en la cabeza ni para defenderse del sol, ni para guarecerse contra los aguaceros. Soportaba los más terribles insultos sin responder ni una sola palabra. Cuando llegaban de un viaje empapados por los terribles aguaceros mientras los demás se iban junto al fuego a calentarse un poco, el santo se iba al templo a rezar. Un día en que por venganza los enemigos los hicieron caminar descalzos por un camino con demasiadas piedrecitas afiladas, el santo exclamaba: "la próxima predicación tendrá grandes frutos, porque los hemos ganado con estos sufrimientos". Y así sucedió en verdad. Sufría de muchas enfermedades, pero sin embargo seguía predicando y enseñando catecismo sin cansarse ni demostrar desánimo.

Era el hombre de la alegría, y del buen humor. La gente lo veía siempre con rostro alegre, gozoso y amable. Sus compañeros decían: "De día nadie más comunicativo y alegre. De noche, nadie más dedicado a la oración y a la meditación". Pasaba noches enteras en oración.

Era de pocas palabras cuando se hablaba de temas mundanos, pero cuando había que hablar de Nuestro Señor y de temas religiosos entonces sí que charlaba con verdadero entusiasmo.

Sus libros favoritos eran el Evangelio de San Mateo y las Cartas de San Pablo. Siempre los llevaba consigo para leerlos día por día y prácticamente se los sabía de memoria. A sus discípulos les recomendaba que no pasaran ningún día sin leer alguna página del Nuevo Testamento o del Antiguo.

Los que trataron con él afirmaban que estaban seguros de que este santo conservó siempre la inocencia bautismal y que no cometió jamás un pecado grave.

Totalmente desgastado de tanto trabajar y sacrificarse por el Reino de Dios a principios de agosto del año 1221 se sintió falto de fuerzas, estando en Bolonia, la ciudad donde había vivido sus últimos años. Tuvieron que prestarle un colchón porque no tenía. Y el 6 de agosto de 1221, mientras le rezaban las oraciones por los agonizantes cuando le decían: "Que todos los ángeles y santos salgan a recibirte", dijo: "¡Qué hermoso, qué hermoso!" y expiró.

A los 13 años de haber muerto, el Sumo Pontífice Gregorio IX lo declaró santo y exclamó al proclamar el decreto de su canonización: "De la santidad de este hombre estoy tan seguro, como de la santidad de San Pedro y San Pablo".

¡Felicidades a quienes lleven este nombre y a los Dominicos y Dominicas!

“Hay silencios que hieren, pero hay palabras que curan”.
 


Resposta  Missatge 3 de 4 del tema 
De: campitos0 Enviat: 09/08/2015 20:27

Resposta  Missatge 4 de 4 del tema 
De: campitos0 Enviat: 09/08/2015 20:29
Mariano Pina Turón, Beato

Sacerdote y Mártir, 8 de agosto


Por: . | Fuente: www.bisbatlleida.org 



Sacerdote y Mártir

Martirologio Romano: En diversos lugares de la diócesis de Lleida (Lérida), España, Beatos Mariano Alcalá Pérez y 18 compañeros de la Orden de la Bienaventurada Virgen de las Mercedes, asesinados por odio a la fe. († 1936-37) 

Fecha de beatificación: 13 de octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco.
De niño oí muchas veces hablar de él con gran respeto y veneración, con cariño. 

Se había hecho querer en toda la contornada de El Olivar por caritativo, humilde, paciente, sencillo, afable. Gozaba de ese toque personal que otorga a las personas proximidad, apertura, confianza; de esa ingenuidad que rompe fronteras. Además irradiaba celo por la gloria de Dios. Todo lo que de él se diga es poco, acuña Pascual Sebastián. Bueno a toda prueba, remacha Mario Ortín. Y mosén Pantaleón Benedí, lo define: alma de niño, un niño grande, caritativo, bueno, humilde, observantísimo de sus deberes religiosos. 

Nació el 13 de abril de 1867, de Antonio y Antonia, en Híjar, lo que es un privilegio, siendo bautizado al día siguiente. Mamó de la familia devoción, piedad, laboriosidad, afición a las lecturas edificantes. Y le aprestó honda religiosidad el medio, pues Híjar constituye un microclima religioso, singular en sus manifestaciones piadosas, sus procesiones semanasanteras, su rompida… fervores que entonces eran tan subidos como la práctica de la disciplina pública en la iglesia. Por lo demás el agro lo configuró austero, ordenado, previsor, providencialista, siempre dispuesto a sembrar sin saber si llegaría la siega... 

Para casado iba, y para agricultor. Pero el Señor, a los veinte años, se le cruzó en el camino. Le tomó la esteva, le cambió la labranza. No lo dudó Mariano, pues regresando del servicio militar, explicó a su novia de siempre cómo quería ser fraile y le propuso ser ella monja. La joven dijo que no era tal su vocación, pero Mariano con la bendición familiar y acompañado por su padre, echó su andadura para El Olivar, vistiendo el hábito blanco el 19 de diciembre de 1888, a las 20 horas, de manos del padre Pedro José Ferrada, ante el padre Florencio Nualart, los que, con el padre Domingo Aymeric, recibirían sus votos al año justo. Cursó latín y humanidades desde el año académico 1888-1889 y filosofía desde el curso 1892-1893, emitiendo los votos solemnes el 24 de diciembre de 1892, ante los padres Ferrada, Ramón Prats y Luís Caputo. Llevado a Lérida el 14 de septiembre de 1894, prosiguió la teología, culminando su respuesta generosa con la ordenación presbiteral el 19 de septiembre de 1896, que recibió del obispo José Meseguer en la propia capilla episcopal. 

Lo suyo fue el noviciado. Nadie como él sabía estar cerca de los alevines de la Merced; padre de los muchachos, capaz de entenderlos, orientarlos, guiarlos, exigirles sobre todo por su bondad y con su ejemplo estrictísimo. El padre Bienvenido Lahoz, uno de sus novicios, lo valora como todo bondad, de poca cultura, pero buenísimo; no era hombre de gobierno, pero siempre dispuesto a perdonar todas las deficiencias de los subordinados; para desconcertarlo bastaba ponerse a hablar mal de alguien, de inmediato desviaba la conversación. A los dos años de sacerdocio ya recibió el delicado cometido, viniendo desde Lérida el 5 de enero de 1898 a El Olivar para ser maestro; mas luego se le encargó la encomienda, siendo superior olivareño desde el 20 de diciembre de 1899. Realizó la importante obra de estructurar la plaza del convento; derribado el edificio viejo que unía el cenobio levantado por el padre Juan Cebrián con la hoy hospedería de peregrinos, unificó las plazas del Pozo y de las Malvas. También organizó, el 9 de septiembre de 1900, una gran romería con motivo del año santo. 

El 24 de octubre de 1902 la obediencia lo restituyó a Lérida. Pasó por San Ramón, mas el 1 de octubre de 1903 desde ahí volvía a El Olivar, nuevamente maestro de novicios, siéndolo, seguidos, diez años; además de que, desde mediados de noviembre de 1911 hasta el 26 de marzo de 1912, estuvo responsabilizado de la comunidad, como vicario in cápite. Queriendo la Merced iniciar nuevos derroteros, abrió colegio en Borges Blanques, encomendándolo al padre Pina, que lo dirigió mientras existió el centro educativo, desde 5 de mayo de 1913 hasta 13 de septiembre de 1919. Recaló en Lérida, donde el 9 de febrero de 1920 era rector. Pero nuevamente se le confió el noviciado el 9 de febrero de 1920, primero en El Olivar, desde el 1 de agosto de 1920 en San Ramón. El día 4 de agosto de 1921 tornó a El Olivar, para superior, ocupando el cargo hasta el 30 de enero de 1923. Prosiguiendo en lo que a él le iba, el 2 de octubre de 1922 principió en El Olivar una escuela para los niños de la comarca. Otra vez a San Ramón, y a Lérida, nuevamente a El Olivar, el 9 de enero de 1924, para maestro de postulantes; que le llamaban el abuelo, como demostración de respeto y afecto. 

Cuando le tomó este ministerio el padre Jaime Monzón, siguió como confesor carismático e imprescindible. Además desarrolló una ingente labor pastoral en toda la comarca olivareña, coadjutor de Estercuel, suplente de todos los curas de la redonda, predicador de novenas y cuaresmas, excelente confesor y consejero. Impartía clases en una casa de Estercuel -certifica mi padre Vicente Millán-, y en la iglesia enseñaba pastoral y otras cosas; cuanto diga de él es poco. Mosén Tomás Tena se llegaba al Convento, para pasar el día con el padre Pina, y confesarse, quedando muy edificado de su virtud. Bueno, sencillo, asequible, querendón y querido. Se cuenta, por ejemplo, que si ocurría que crecía el río de Estercuel y los labriegos no podían llegar al pueblo, el padre Pina les procuraba comida y cama. Pidió salir una temporadita, estándose en Mallorca desde el 1 de febrero de 1934 al 20 de diciembre de 1935. Pero regresó, añorando el ensueño olivareño, husmeando la victoria definitiva. 

La primera estación de su viacrucis martirial la sufrió en Crivillén. Aquí toda la comunidad olivareña, padres y estudiantes, celebraron misa solemnísima de Santiago el 25 de julio de 1936. Tornándose todos al Convento, el padre Pina se quedó en Crivillén; lo apreciaban y agasajaban todos, mas, porque se rumoreaba la llegada de piquetes extremistas, Joaquín Ortín lo quiso ocultar en la caseta de su huerto, pero de nada valían las medidas, que su inocencia no recelaba de nadie; no manifestaba temor, hablaba con los que pasaban por el camino, no se escondía para hacer la señal de la cruz como siempre. 

El 1 de agosto, por la tarde, se reincorporó a El Olivar, enfermo y cansadísimo se acostó unas horas; llamado el médico de Estercuel, proveyó aquella misma subírselo al pueblo, pues los religiosos estaban a punto de dispersarse, pero el no podría seguirlos; muchos se aprestaron para ayudarle, estando en los hogares de José Pascual, Agustín Moreno y José María Rubio, todos ellos recordarán cómo se pasaba el día entero rezando serenamente y cómo hablaba con cuantos entraban en casa. Pero el comité de Estercuel intimó y amenazó, no obstante las intercesiones a su favor; había que sacarlo de Estercuel. 

La noche del 5 al 6 de agosto fue llevado a Alcaine, por Pascual Sebastián y José Rubio, atado como un fardo a lomos de una caballería, por barranqueras y sendas ocultas, pensábamos llevar un crucifijo, dijeron luego. Agotado y llagado, a las ocho de la mañana acudió a la posada de Manuel Gascón, que quedó aterrado al verlo tan acabado. Pedía comida y dónde reposar, descansó todo el día, quiso que lo llevaran a otro amigo, pero éste no quiso recogerlo aunque le dio víveres. Vino a dar con sus huesos en el albergue para mendigos de Alcaine. Necesitaba del médico pero no quiso comprometerlo pues todos lo conocían, ya que en Alcaine por muchos años había predicado, dado conferencias, confesado. 

A la mañana del día 7, casi a rastras, se echó a andar hacia Muniesa, pero al llegar al río Seco, torció hacia la derecha y al atardecer llegaba al molino bajo de Alacón. Sediento y desfallecido, las hermanas Ferrer Alquezar, sin abrirle la puerta, le dieron por una ventana comida, bebida y una manta para dormir bajo los chopos; les expresó cómo quería morir mártir y no tenía ningún miedo. A la mañana, del día 8, dejó a la puerta de la casa la manta y la botella de agua. En casa de Inocencia Alquezar lo hicieron sentar y le dieron comida. Se llegó a la tienda para comprarse alpargatas, porque andaba casi descalzo; cuando Pedro Mañas lo estaba calzando, pues él no podía, cayeron sobre el anciano unos individuos armados, que lo cachearon, se lo llevaron a empellones, lo arrastraron al comité, y luego en un coche lo condujeron, sobre las ocho de la mañana, a la estación del ferrocarril de Muniesa, y le tomaron declaración. Cayetano Burillo, detenido en la misma estación, contaría cómo decían al Padre palabras soeces, blasfemias y frases como: se han acabado para ti las comilonas, las francachelas,… ¿dónde están todos los hijos que habéis tenido, que no vienen a liberarte? Otra detenida, Marcela Alacón, declararía cómo los esbirros le gritaban que lo iban a matar, y les respondía: cuando ustedes gusten; lo insultaban, lo maltrataban, pero estaba muy sereno, contento y oraba por ellos: Señor, perdónalos porque no saben lo que hacen. Lo subían en un camión cuando le dijo uno de los esbirros: Vamos, que vas a morir, pero antes te haremos tragar el rosario; lo llevaron unos trescientos metros de la estación, lo echaron a un bancal y desde la carretera lo cazaron, tirándole primero a las piernas para hacer sufrir más. Todavía se acercó un miliciano, que le descerrajó el tiro de gracia, porque aún bolligaba, diciendo: Para que se andara al reino de las arañas. Cabrón, es el Padre del convento de El Olivar, todos los chicos de Estercuel y de Crivillén son suyos. Allí mismo lo enterraron. Eran las diez de la mañana del 8 de agosto de 1936. Lo sepultaron muy someramente, pero después hicieron los asesinos que Isidro Seta cavara una fosa más profunda. Uno de los desalmados se apropió sus zapatillas. 

El 5 de noviembre de 1938 sus restos fueron llevados a El Olivar.

No había hecho ningún mal, y sí mucho bien.

Este grupo de mártires está integrado por:

1. MARIANO ALCALÁ PÉREZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 11 Mayo 1867 en Andorra, Teruel (España)
martirio: 15 Septiembre 1936 en Andorra, Teruel (España)

2. TOMÁS CARBONELL MIQUEL, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 20 Diciembre 1888 en Jijona, Alicante (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)

3. FRANCISCO GARGALLO GASCÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Febrero 1872 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)

4. MANUEL SANCHO AGUILAR, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero 1874 en Castellote, Teruel (España)
martirio: 07 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)

5. MARIANO PINA TURÓN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 13 Atril 1867 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 08 Agosto 1936 en Muniesa, Teruel (España)

6. PEDRO ESTEBAN HERNÁNDEZ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 27 Julo 1869 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)

7. ANTONIO LAHOZ GAN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 22 Octubre 1858 en Híjar, Teruel (España)
martirio: 01 Septiembre 1936 en "Mas de los Sidricos", Híjar, Teruel (España)

8. JOSÉ TRALLERO LOU, religioso mercedario profeso
nacimiento: 28 Diciembre 1903 en Oliete, Teruel (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)

9. JAIME CODINA CASELLAS, religioso mercedario profeso
nacimiento: 03 Mayo 1901 en Aguilar de Segarra, Barcelona (España)
martirio: 05 Agosto 1936 en "Barranco del Agua", Estercurel, Teruel (España)

10. JOSEP REÑÉ PRENAFETA, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 15 June 1903 en Lleida (España)
martirio: 16 Agosto 1936 en Barcelona (España)

11. ANTONIO GONZÁLEZ PENÍN, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Marzo 1864 en San Salvador de Rabal, Celanova, Orense (España)
martirio: 10 Agosto 1936 en Barcelona (España)

12. TOMÁS CAMPO MARÍN, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Enero 1879 en Mahamud, Burgos (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)

13. FRANCESC LLAGOSTERA BONET, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 30 Agosto 1883 en Valls, Tarragona (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)

14. SERAPIO SANZ IRANZO, religioso mercedario profeso
nacimiento: 01 Octubre 1879 en Muniesa, Teruel (España)
martirio: 20 Agosto 1936 en Lleida (España)

15. ENRIC MORANTE CHIC, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 23 Septiembre 1896 en Lleida (España)
martirio: 25 Julio 1936 en Lleida (España)

16. JESÚS EDUARD MASSANET FLAQUER, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 16 Enero1899 en Capdepera, Islas Baleares (España)
martirio: 25 Julo 1936 en Lleida (España)

17. AMANCIO MARÍN MÍNGUEZ, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 26 Marzo 1908 en Celada del Camino, Burgos (España)
martirio: 26 Julo 1936 en Binéfar, Huesca (España)

18. LORENZO MORENO NICOLÁS, sacerdote mercedario profeso
nacimiento: 24 Marzo 1899 en Lorca, Murcia (España)
martirio: 03 Noviembre 1936 en Lorca, Murcia (España)

19. FRANCESC MITJÁ i MITJÁ, religioso mercedario profeso
nacimiento: 26 June 1864 en Arbucias, Girona (España)
martirio: Enero 1937 en Ivorra, Lleida (España)


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