INVITACIÓN A LA VIDA
¿Y si volviéramos a jugar?
¿Y si volviéramos a abrazar los árboles y descalzos caminar con reverencia?
¿Y si retornáramos a la ternura y así la inocencia fuera nuestro contexto?
¿Y si volviéramos a hablar con los árboles, con los animales y a danzar con las estrellas?
¿Y si realizando un esfuerzo evocativo volviéramos a escuchar la voz de Dios?
¿Y si no nos aguantáramos nuestras ganas de reír, de llorar, de cantar y danzar,
de celebrar y disfrutar, de vivir intensamente?
¿Si le susurráramos a la vida:"-te amo y prometo serte fiel"-"?
¿Y si volviéramos a jugar, sin olvidar que lo único serio es el humor?
Hermano, presiento en tu mirada esas incontenibles ganas de apuntarte
otra vez a la vida plena. Que queden atrás problemas y preocupaciones,
convertidos en sagrados desafíos o valiosas enseñanzas.
Que queden atrás los temores y el autoengaño, la opinión de los demás
y la irreverencia; para dar paso al humor, para encarnar el amor, para
aprender ininterrumpidamente y reencontrarnos como flores del mismo
jardín, como árboles del mismo bosque,
¡como niños del Universo volando de retorno a casa!
CHAMALÚ
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