LAMENTACIONES DE JEREMÍAS
"Dios es bueno para quien lo espera y para quien lo busca;
conviene aguardar en silencio la salvación de Dios.
Conviene al hombre soportar el yugo desde la edad tierna,
mostrarse humilde y dispuesto cuando Dios lo mande,
ofrecer la otra mejilla al enemigo, alimentarse de desgracias,
morder el polvo con la boca: ¡tal vez sobreviva la esperanza!
Porque Dios no castiga para siempre a los hombres;
si llega a hacer daño, luego se compadece, por su amor
y misericordia, pues no desea el mal para los hijos de
los hombres."
(fragmento)
hacia el siglo VI a. C.
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