El sexto Principal Aspecto de Dios es Espíritu.
Sabemos que Dios es
Espíritu, pero ¿qué significa eso? Espíritu es aquello que no puede
ser destruido, dañado, herido ni degradado o ensuciado en forma
alguna. Es lo opuesto a la materia. La materia se gasta, pero el
Espíritu no porque es sustancia. Herbert Spencer define “sustancia”
como aquello que no está sujeto a la discordia o degeneración.
El Diccionario Webster dice que Espíritu es “aquello que subyace
a toda manifestación externa… la real o inmutable esencia
o naturaleza… aquello en que están inherentes las cualidades…
aquello que constituye todo aquello que es.
“Esto sólo puede aplicarse a cosas espirituales”.
“Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu
y en verdad es necesario que adoren.” (Juan 4:24).
Eres Espíritu. Tu cuerpo es material, pero tú eres Espíritu.
El Espíritu no puede morir y nunca nació. Tu verdadero ser
nunca nació y nunca morirá. En tu verdadera naturaleza eres
Espíritu Divino, eterno e inmutable. El universo es una creación
espiritual pero la vemos de una manera limitada. A veces te ha
tocado ver una ventana hecha de vidrio ondulado, y sabes que
si ves la calle a través de dicha ventana, todo lucirá distorsionado.
Sin embargo, sabes que tales cosas en realidad están bien de por
sí, y que la distorsión es producto de que las estás viendo de forma
incorrecta. Nuestra falsa visión causa que nos conozcamos a
nosotros mismos sólo desde un aparente nacimiento a una aparente
muerte; pero esto también es ilusión. Esta visión distorsionada
del Espíritu es, en realidad, lo que conocemos como “materia”.
Eucken dice que:
“La realidad es un mundo espiritual independiente e incondicionado
por el aparente mundo de los sentidos” - y esto es sustancia.