La práctica hace la perfección . Este familiar proverbio personifica una
de las grandes leyes de la naturaleza humana y siendo una ley, nunca
rota bajo ninguna circunstancia.
Es simple, no hay logro sin práctica, y la mayor práctica, con tal que
sea hecha inteligentemente, con la mayor voluntad, competencia y
mayor prontitud, será lograda. Esto es verdadero en toda la rama del esfuerzo humano. La práctica es el precio de la competencia.
En metafísica los efectos de esta ley son particularmente notables. El control del pensamiento, es enteramente una cuestión de práctica inteligente. Y la verdadera religión, puede bien ser resumida como la Práctica de la Presencia de Dios.
...Sed hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores...( Santiago 1:22)