PIRÁMIDES DE HOMBRE, PIRÁMIDES DE LUZ
Ahora que me encuentro revisando el libro "Luz desde Luzor" del Amado SERAPIS BEY para su próxima re-publicación (honrando solicitud de muchos de ustedes), encontré el siguiente pasaje que quiero compartir con todos aquellos que puedan estar pasando por angustias o zozobras debido a su interacción con instructores humanos. Recordemos que parte de la razón de la Enseñanza consiste en ILUMINAR al Estudiante, lo cual, a mi juicio, esta selección hace a la perfección para todos aquellos que tengan "ojos para ver" y "oídos para escuchar". Muchos de ustedes me escriben que se sienten muy "desarmonizados" después de que cierto instructor viene a su grupo, y que esto les produce "resistencia a la Enseñanza", "desánimo", "pereza", "buscar razones para faltar al grupo", etc.; todo lo cual lo ilustra el Amado Serapis con las "pirámides construídas a punta de sangre", en las cuales todo es "cuesta arriba" cuando se utiliza y/o aplica la voluntad humana para erigir un MONUMENTO A LA PERSONALIDAD. Por el contrario, cuando se trabaja para la "Magna Presencia YO SOY" a fin de realizar (v.g. "hacer real") el Plan Divino, la faena es alegre y ligera.... como cuando se utiliza la levitación para levantar las pesadas rocas. Todo esto, Mis Amados, no es más que artículo de DISCERNIMIENTO, para que estén en capacidad, en su momento, de separar acertadamente las ovejas de las cabras.
[tomado de "Luz desde Luxor"]
Cuando una persona siente el deseo de construir y crear de acuerdo a la voluntad humana, todos aquellos que se asocien con tal persona se convierten en una de las piedras en su pirámide personal, y le resulta tan dificultoso colocar a dicho asociado en su monumento como difícil fue para los esclavos de Egipto cargar las rocas masivas sobre la superficie brillante de las tumbas de los faraones. Así, los cuerpos externos [v.g. la personalidad] del hombre están constantemente usando la fuerza de la voluntad humana para intentar crear estructuras espirituales y materiales.
Cuando el individuo llega al punto en que comprende que no está construyendo para perpetuar el recuerdo de ningún ego humano, sino que es una parte IMPERSONAL de la Jerarquía Espiritual que está creando un monumento a Dios, entonces tal persona empieza a construir una Pirámide de Luz cesando la lucha humana con las "piedras" (las personalidades).
Reconoce al Ser Superior como el Espíritu Inmortal de cada corriente de vida con quien está asociado. Primero se arrodilla humildemente a los pies de su propio Ser Divino, y le pide que le revele el Plan Divino que le corresponde [N.E. p. 7 de "Instrucción de un Maestro Ascendido" del Amado Saint Germain]. Luego, se arrodillará a los pies de los Seres Superiores de las personalidades con quienes Dios le ha asociado, y verá que, como por "arte de magia", cada "piedra" es levantada por el Santo Ser Crístico de cada persona y transportada al puesto que le corresponde, construyéndose así "la Pirámide de Luz" con cada corriente de vida convertida en un diamante de múltiples facetas. Y toda la estructura se erigirá como fuera la intención original de Dios ...
¡realizándose el Plan Divino para dicho lugar!"
Jorge A. Carrizo
Grupo Serapis Bey de Panama