EL CÁLIZ DE LA SANACIÓN
(parte 3) (Julio de 1953)
Amados Hijos del Dios Uno, sus pies están sobre el Sendero de la Liberación. Así como en centurias pasadas ustedes buscaron la liberación personal de la opresión de una monarquía injusta, así ahora sus almas buscan la liberación de la opresión de las pasiones y los deseos de su naturaleza mortal, los cuales actúan como barrotes frente a su LIBERACIÓN INMORTAL.
Sus almas, al escuchar el clamor de corazón interno de sus seres, se encienden con la añoranza nostálgica por regresar a su hogar en el Reino Celestial de Mi Amor. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que probaron sus alas en vuelo hacia los Ámbitos de la Conciencia Crística. Es poco lo que sus alas sin usar soportarán su peso terreno en este viaje celestial. El musgo de sus iniquidades y los pecados de sus omisiones se aferran tenazmente alrededor de dichas alas y tiran de ustedes hacia abajo, para que no puedan elevarse al cielo sin nubes de Mi Ámbito. Sin embargo, YO SOY su Dios-Padre-Madre -ustedes mismos-su vida-su mismísimo TODO.
Vengan, Hijos de Mi Latido, vengan y reclamen su derecho natal. Inhalen dentro de sí Mi esencia dadora-de-vida, restauradora-de-vida, resucitadora y flamígera de Amor Divino, y sean renovados. Permitan que sus cansados sentidos se regocijen en las gloriosas aventuras que esperan por ustedes en sus viajes de retorno a Casa, donde los dolores y placeres pasajeros cederán el paso a Mis éxtasis eternos. Su mundo mortal no es más que la manifestación de esfuerzos personales, desilusiones, penas y energías desperdiciadas. Vuelvan ahora sus rostros hacia Mí, y sigan la Estrella Diurna de Mi flameante antorcha dentro de sus corazones. En su iluminación sin sombras, sus pies con toda seguridad encontrarán el camino al cielo, sin golpearse contra piedra alguna, ya que YO SOY siempre a su lado para apoyarlos y sostenerlos.
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