Aún los ángeles y las deidades si desean encontrar esas bendiciones, tendrán que tomar un cuerpo humano.
Pero debido a una verdadera mala suerte, nos mantenemos confinados sólo al cuerpo hecho de carne que es para nosotros una fuente de miserias, problemas, penalidades y sufrimientos.
Y esa situación de muerte persiste a lo largo de la vida y después de la muerte del cuerpo físico nuestro ser mental va a sufrir continuamente, sin cesar.
¿A cuales bendiciones se refiere?, ¿que bendiciones tenemos nosotros que no tienen los ángeles?
Debemos renunciar a las posesiones. ![](/images/emoticons/sorprendido.gif)
Ni loca. Tengo toda una vida luchando para tener un buen techo y un sabroso colchón con la correspondiente exquisita cobija y un buen mercadito en la alacena.
Ahhh!!!!! y una estupenda computadora para disfrutar de las mundanidades de la red.
Lo último que yo haré es pasar trabajo y necesidades a gusto del consumidor.
Insisto, me gustaría ver donde vive el maestro y saber si no tiene posesiones.
Si las tiene y segurito que son varias y se da la buena vida, lo que pasa que él si sabe dominar las mundanidades y por eso su alma es más pura que la mía.
Pues no, conmigo eso no va, yo si disfruto de las mundanidades, las disfruto y las disfrutaré, porque después de muerta de nada valen arrepentimientos.
Yo pertenezco al equipo que crece y se multiplica y en el trayecto disfruta de las mundanidades.
Yo si quiero viajar por el mundo y felicito a todo el que lo ha hecho, quiero ir al Molino Rojo y ver bailar el Can Can a esas sexys chicas y cuidado y no me monto yo en el escenario a bailar con ellas hasta que me lleven presa. Quiero disfrutar de una mansión en Malibú, ir a Venecia y hacer el amor en una góndola con todo y el gondolero, no me importa que me vea, me gusta verme elegante y refinada, perfumada y enjoyada, con buenos trajes, buenos estilistas y si es posible ser bella aunque sea con cirugía plástica, quiero verme al espejo y ver a una mujer de buen aspecto y grandes cualidades y bailar, bailar y bailar, jugar dominó, jugar hasta pico pico si no hay otra cosa que jugar, ir a Las Vegas y jugar con todas esas maquinitas, brincar en todos los aparatos de Disneylandia, besar a Antonio Banderas y a Johnny Deep aunque vaya presa, no me importa, ya fuí presa por bailar el Can Can donde no debía.
No creo en un Dios terrible y castigador, que me acecha en cada esquina, que me vigila todos los días y a cada rato y tendiéndome trampas a ver si caigo y demostrar que no lo amo.
No se lo hago a mis hijos, Dios no me lo hace a mí porque soy su hija.
Todo el que tiene dinero y posesiones es malo. PUNTO Y FIN.
Juzgado y sentenciado, sin derecho a réplica.
Creo en un Dios que es Amor, que se le llega facilito porque es Amor, porque me ama y quiere abrazarme, porque está esperando nada más que piense en Él para venir corriendo hacia mí.
No creo que Dios me quiere si me siento en un cojín de clavos, que me someta a la más absoluta soledad, que pase la vida arrodillada rezando si esa no es mi vocación.
especialmente a los que están aún extraviados y que van por el camino de la destrucción, al tener contacto sólo con la vida mundana y que no han encontrado la grandiosa y eterna vida del Padre Dios.
Yo estoy en contacto con los placeres mundanos, desde bañarme desnuda en la playa y amanecer jugando dominó, hasta esto y aquello, hasta donde le dinero me lo permite, que para eso se hizo el dinero y la vida, para disfrutarlo.
Pero también estoy en contacto con Dios y bastante contacto por cierto. Soy una con Dios, con mi Padre y no he gozado más de los placeres mundanos porque no tengo el dinero.
¿Dios quiere que yo me castigue de por vida para poder disfrutar de su reino?.
Pero si es que Dios vino y dejó que lo clavaran en una cruz para que yo no pasara por eso.
Dios también me envió un mensaje, bien clarito y diáfano:
SÉ FELIZ.