Rodear el cuerpo con una nave estelar cristalina de muchas facetas, formando una estrella. Si ustedes trabajan con un MERKABA de forma geométrica especial, úsenlo. Cuando sientan que ese MERKABA cristalino que los contiene, se siente como algo sólido, rodeándolos, comiencen a circular colores hermosos a través de él. Permitan que esos colores se muevan como olas suaves de agua moviéndose lentamente. Dejen que los colores se muevan naturalmente, no los fuercen. Observen las nuevas tonalidades que hay que no pertenecen al espectro de color al que están acostumbrados. Los colores son hermosos y calmantes... Ahora introduzcan un sonido celestial. Tal vez lo "oirán" como si fueran cristales cantarines, o como un coro angélico, o el sonido de flautas, arpas, violines o de campanas. El sonido, como el color, es muy tranquilizante...
Finalmente, impregnen su nave cristalina con el aroma más dulce imaginable. La esencia de hermosas flores, lotos, rosas, o tal vez el aroma de pino en una brisa otoñal. En este momento su nave estelar personal cristalina MERKABA está completa. Úsenla sabiamente. Viajen en paz.
Nota: El entramado estelar por el que viajan los seres de luz galácticos, está construido por deliciosos aromas, delicada luz etérea y hermosos sonidos. Sus naves multidimensionales cristalinas son creadas con la misma sustancia. Energía divina en forma manifiesta. Los arturianos me dieron esta meditacion en sueños, dos días antes del evento del 11 de septiembre del 2001. Designaron las secuencias de esta visualización como un pensamiento específicamente dirigido para manifestar una forma de la cuarta y quinta dimensiones, usable en la tercera. Una nave estelar cristalina, como MERKABA personal, puede ser usada de muchas maneras.
Estas incluyen, pero no están limitadas, a la activación de la MERKABA, "cuerpo de luz de la ascensión", y como nave estelar personal de exploración y de protección. Esta nave cristalina, después de creada, sirve como un campo de fuerza multidimensional de protección usándola alrededor de uno, de sus hijos, o de los que uno ama (con permiso de los mismos), de su casa, sus propiedades, carro, el avión en el que uno va viajando, o rodeando cualquier edificio en el que uno esté o vaya a estar...
Palpae y Malantor, de Arturus Canalizado por Patricia Pereira