EL CUERPO MENTAL
DESCRIPCION DEL PROCESO MENTAL
En el trabajo energético y metabólico del citoplasma de las neuronas del cerebro, se liberan partículas de energía llamadas "alfs", que rápidamente se convierten en "analfas", funcionan como materia prima virgen para que la primera fase del proceso mental se lleve a efecto.
Grabación.- Se producen las analfas por las impresiones recibidas por nuestros cinco sentidos, ya sea en forma consciente o inconsciente. Debemos aprender a gobernar nuestro proceso de grabación, evitando meter en nuestra mente información indeseable que nos distrae y satura produciendo cansancio y pesadez e incluso dolores de cabeza. Evitemos entonces el dormirnos con la televisión o el radio prendidos, también evitemos leer cuando la televisión o el radio están puestos, ya que en ambos casos la grabación se va produciendo a través de nuestra mente inconsciente, llenándose de información y de basura, que después afecta nuestra concentración y visualización.
Comparación.- Es la segunda fase del proceso mental, cuando se compara la información recibida con el patrón conductual del individuo, el cual ha venido acumulando durante toda su vida un sinnúmero de experiencias que le han permitido formar su muy particular modo de actuar y de conducirse, es decir, su propia verdad por ejemplo, hay personas que nacieron en un ambiente corrupto, en donde sus padres, familiares y amigos veían la delincuencia como un modo natural de vida, esta actitud y ambiente va fijando patrones conductuales particulares en la mente del individuo que se van haciendo durante toda nuestra existencia, con bases equivocadas la mayoría de las veces y que es necesario transmutar en esta encarnación, como más adelante se explicará en detalle.
Al entrar información por nuestros sentidos físicos se compara automáticamente con el patrón conductual, de dicha comparación se rechazará o se aceptará; si se rechaza se envía al subconsciente y de aceptarse pasa a la siguiente fase del proceso mental.
Archivo.- Esta última fase del proceso mental es la culminación del mismo, se guarda la información en forma ordenada, como si fuera una gran biblioteca, por temas, teniendo fácil acceso a la información.
La manifestación del pensamiento se mide por la inteligencia y ésta es la rapidez de respuesta que tiene un individuo ante un cuestionamiento o problema, así como la propia exactitud de la respuesta.
El razonamiento, por otro lado, puede entenderse como la facilidad de evocación ordenada del archivo, para dar solución a un problema determinado.
En el proceso del pensamiento es importante puntualizar que la grabación se realiza eficientemente en función de que la luz lumínica de las células de los plexos coloideos del encéfalo se produzcan óptimamente, de otro modo si no hay suficiente luz en la grabación esta va a producirse en forma deficiente, obscura como si fuese una película velada de una cámara, por lo tanto, cuando se quiere evocar el recuerdo de este, estará velado y no podrá ser recordado. Para que exista luz en la grabación se requiere de la atención y concentración del evento que se nos transmite del exterior, nos hemos referido solamente a la parte del proceso mental receptivo, falta referirnos a la contraparte o sea el pensamiento que nace de nosotros, de nuestra propia creación, para ello será indispensable conocer como actúa la ley universal del pensamiento en cada uno de los seres humanos.
El pensamiento es algo subjetivo y metafísico que no puede verse, ni escucharse, ni olerse, ni tocarse, tampoco gustarse, por lo tanto, no lo podemos medir con nuestros cinco sentidos, sin embargo sabemos que existe porque sentimos su fuerza y su poder, pero normalmente no sabemos como utilizarlo, si no que inconscientemente generamos pensamientos sin ton ni son, que nos están afectando e influyendo en nuestra vida.
Los Pensamientos son una energía que tienen forma y color, se conforman de materia etérica, de tal suerte que cada vez que emitimos un pensamiento se forma una figura en nuestra mente hecha del éter, tan perfecta o imperfecta como fuera nuestra imagen mental, esta forma mental tiene vida autónoma y vivirá en tanto nosotros no le quitemos la fuerza que le da nuestra atención y concentración, entre mas la recordemos, la hacemos crecer mas y le damos mayores posibilidades de vida,estos son los égregores y para bien o para mal nos afectara hasta la muerte misma del cuerpo físico.
Pongamos algunos ejemplos para ver esto mas claro; supongamos que una persona nos ha ofendido seriamente y nuestra mente genera pensamiento de rencor y de odio para esa persona, permitimos que estos crezcan pensando como nos vamos a desquitar de ella, así lanzamos al espacio etérico la forma de pensamiento negativo que va atrayendo por similitud a todos aquellos pensamientos de igual polaridad que han emitido otras mentes, y viaja en círculo como un gran bumeráng destinado a regresar finalmente a su creador, solo que esta vez ha crecido en fuerza y tamaño, y cuando menos lo espera el emisor original, lo recibe en el subconsciente y le hace recordar con mayor odio y fuerza, haciéndolo sufrir y generando mayor fuerza negativa para volver así a iniciar nuevamente el mismo círculo en consecutivas e incontables veces.
Se debe entonces evitar el emitir ese tipo de pensamientos y desde luego no concentrarnos en ellos, así desaparecerán con rapidez al no ponerles mayor atención, terminando por olvidarlos, diluyéndose así la energía totalmente. Para ser más claros, pensemos que cada vez que nosotros emitimos un pensamiento negativo; se forma fuera de nosotros una esfera de energía de color negro, que sale y empieza a viajar por el espacio, a su paso va absorbiendo otras energías de color negro, se va a unir con ellas y, esa esfera negra, de haber sido muy pequeña regresa al emisor de un tamaño mucho mayor. Al penetrar al inconsciente, hace que el individuo sin tener control de esto recuerde nuevamente ese problema, haciéndolo sufrir y reviviendo en él los sentimientos negativos en forma mas acentuada que cuando se genera el evento; por el contrario, si tu formas pensamientos positivos de ayuda y de amor desinteresados a tus seres queridos y semejantes, tales como buenos deseos estos te regresaran multiplicados.
Aquí podríamos dar un ejemplo para mejor comprensión: cada vez que tu emites un pensamiento positivo, se genera una esfera blanca en el éter, esta esfera blanca va a recorrer también una distancia determinada en forma de círculo que ira alimentándose con esferas blancas emitidas por otros semejantes de tal manera que en un punto determinado va a regresar a ti, pero habiendo incrementado su tamaño, al entrar a tu subconsciente te hace sentir muy bien y conscientemente no sabes porque, es una alimentación subconsciente positiva que eleva tu vibración energética. Las esferas blancas anulan a las esferas negras que pudieras tener en tu subconsciente produciéndose así un equilibrio entre el bien y el mal dentro de ti, si te dominan los pensamientos positivos, tu siempre mantendrás un nivel de estabilidad mental y emocional positivo sintiéndote normalmente muy bien, si por el contrario la negatividad de tu pensamiento te domina, entonces te mantendrás normalmente con una baja frecuencia de vibración energética, es decir, bajaran tus defensas y te sentirás deprimido, triste, y acabarás por enfermarte.
Aquí se confirma el dicho de que cada quien es el arquitecto de su propio destino, que nadie tiene la culpa de lo que le pasa a otro, uno mismo con su pensamiento califica y crea al mundo en que desea vivir, en felicidad o infelicidad, en amor o en odio, en armonía o en conflicto, el sentimiento va siguiendo al pensamiento, si pienso mal, me siento mal; si me siento bien es que estoy pensando bien, lo semejante atrae a lo semejante.
El poder del pensamiento, entonces, es muy potente y capaz de influir las vidas de los demás en forma positiva o negativa. Si nos acostumbramos a mantener siempre pensamientos positivos, la vida nos será muy agradable, para reforzarlo debemos programar nuestra mente en forma positiva todos los días, eliminando para siempre el pensamiento negativo.
Para apoyarnos en la emisión de pensamientos positivos, podemos utilizar uno de nuestros mejores aliados, la imaginación creativa, que es la fuerza concentrada de pensamientos con imágenes mentales positivas, lo más claras posibles.
Como ya dijimos, todo pensamiento tiene imágenes que vemos en nuestra pantalla mental, si cerramos los ojos y pensamos en alguna persona u objetivo, lo vamos a visualizar con mayor o menor claridad, dependiendo de nuestra fuerza de concentración y de nuestra energía mental.
Como todas las cosas en la vida, se requiere hacer un esfuerzo, en este caso, de concentración en una imagen mental, debemos insistir repetidas veces hasta que logremos visualizarla claramente, a fin de sensibilizar nuestro sentido de percepción interno y además, lograr mejores resultados en nuestras programaciones mentales positivas, por ejemplo: es común encontrar personas que tienen un pobre concepto de sí mismas y que se repiten a diario que siempre les va mal, que no pueden conseguir un buen empleo, que se sienten comúnmente indispuestas, etc., y así van pasando la vida, en constante infelicidad y sufrimiento sin darse cuenta que ellos mismos están causando este estado. Todo ésto les sucede porque la fuerza del pensamiento está trabajando en forma subconsciente en su contra, es decir, están emitiendo imágenes etéricas de sí mismos en total desarmonía y éstas se van haciendo realidad en la materia atrayendo hacia ese individuo enfermedades y calamidades, y lo que se conoce, como la mala suerte.
Para empezar el cambio positivo que queremos experimentar en nosotros, debemos empezar por pensar positivamente hacia nosotros, aceptarnos y amarnos programando todo pensamiento de bien para nosotros y nuestros semejantes, al despertar en la mañana debemos sonreir y dar gracias de que tenemos vida para manifestarla positivamente, felices, y de que todo nos sale bien. Para ello debemos formar una imagen ideal de nosotros mismos como queremos estar, desde el punto de vista físico, mental y espiritual, esa imagen que iremos formando cada vez con mayor exactitud, será el molde de energía positiva que proyectará nuestra materia, haciendo posible el alcanzar este ideal que diariamente estamos alimentando con positivismo, armonía y felicidad.
Debemos estar conscientes de que el cambio no se puede realizar de un día para otro, tardaremos un tiempo natural para vencer nuestro negativismo acostumbrado, sustituyéndolo por el positivismo que deseamos manejar de aquí en adelante; el cambiar no es fácil, pero si perseveramos, valdrá la pena el esfuerzo realizado.
Una vez que hemos esbozado cómo actúa metafísicamente la fuerza del pensamiento en nuestro mundo y en el mundo de los demás, entonces podremos dar la información que tenemos de las mentes energéticas que nos sirven para manifestar el pensamiento y la fuerza mental de la que hemos hablado.
Las mentes en el humano son la consciente, la subconsciente y la subliminal, éstas son esferas electroplasmáticas formadas por sus películas externas electrónicas internamente diánicas que determinan los fluidos energéticos o niveles de la mente, llamados beta, alfa, theta y delta.
Las mentes se conforman esféricas por la unión de ocho quantas, que a su vez se unen con retenes energéticos formando un quanta cúbico; los quantas cúbicos a su vez se unen en siete para conformar la forma hepto cúbica plasmática. La unión de formas hepto cúbicas plasmáticas dan origen a las mentes o esferas mentales, es decir, una esfera es la mente consciente, otra esfera es la mente subconsciente y una tercera y última esfera es la mente subliminal. Las mentes, por lo tanto, son formas hepto cúbicas plasmáticas agrupadas entre sí, que tienen en su parte externa estructura físico plasmática, en cuyo interior se alojan los analfas pensantes.
Los niveles de vibración de la mente consciente y subliminal establecen diferentes niveles de vibración, o sea, fluidos energéticos distintos que existen en cada una de ellas. Al estar las mentes conformadas de energía, no pueden ser detectadas por los sentidos físicos, ni tampoco por ningún aparato conocido hasta la fecha, ya que requeriría de una sensible percepción para captar otra de las bandas de vida existentes en nuestro universo, mucho más sutil que la materia física, por lo tanto, no debemos confundir lo que es el cerebro físico o el encéfalo con lo que son las mentes, ya que el cerebro es físico y las mentes son energéticas.
Continua El cuerpo mental...
Escuela Metafísica de Santhar
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