“Las actividades de la Gran Hermandad Blanca son tan diversificadas y tan amplias, que se necesitan centenares de seres ascendidos para dirigir las múltiples líneas de fuerza que aseguran el progreso de la raza humana”.
Si sería un imposible que un solo Maestro Ascendido gobernara totalmente y ejecutara la diversidad de actividades de la Mente y el Corazón de Dios, mucho más lo es que un solo ser NO ascendido tratara de concentrar el Bien que está decretando para el progreso de nuestra conciencia humana. Un momento de consideración mostrará la lógica de esta aseveración y la imposibilidad de semejante servicio por parte de individuo alguno.
Si un solo individuo pudiera proveer la forma de elevar un planeta y algunos diez billones de almas al estado Crístico, ¿no creen ustedes que los avatares que han vivido y encarnado el poder Crísitico ya lo hubieran hecho? Budha vino y se fue, luego Jesús, dejándoles el campo a otras vidas que ofrecieron sus energías y talentos de sus mundos individuales para este plan evolutivo.
En nuestra Octava, la Gran Hermandad Blanca fue fundada por el Señor Sanat Kumara (que ustedes ya saben fue el que sostuvo la Tierra en órbita durante tantos siglos, esperando que surgiera alguien quien pudiera hacerlo por poseer suficiente luz), con el fin de elevar la conciencia de los hijos de este planeta hasta el punto de que llegaron a ser Señores de la Llama, y que luego pudieran enseñar a otros miembros de la raza a emitir su propia luz. Es la naturaleza de Dios permitir a sus hijos el ser co-creadores con Él. En efecto, es la razón de ser de los diferentes mundos, a donde fueron enviados los hombres y las mujeres a experimentar con la energía para que sintieran la dicha de crear por sus propios esfuerzos.”